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ADEUDO PREDIAL SACA TRAPOS SUCIOS ENTRE BOTELLO Y PANISTAS

LEÓN, GTO.- Pocas veces se puede ver a la clase política sacando sus trapitos sucios al sol… y en tendedero público.

Este viernes fue uno de esos días y el detergente que causó la espuma fue el adeudo de 409 mil pesos de predial que tiene el PAN de León con el municipio.

La onda estuvo así. La alcaldesa Bárbara Botello y el Gobernador Miguel Márquez se encontraron en el anunció de la ampliación de la carretera León –Lagos de Moreno.

Desafortunadamente, en esta ocasión la alcaldesa fue al evento sin refuerzos, y que en este caso hubieron estado de rechupete el primer regidor Chachis Martínez, Verónica Barrios o el mismísimo Eugenio Martínez Vega.

En cambio, los panistas traían buen cuadro en su lavadero, ahí andaban, para empezar, el diputado federal Diego Sinhue Rodríguez Vallejo con todo y porra, su colega Juan Carlos Muñoz, la diputada Beatriz Yamamoto, el ex alcalde Luis Quirós  y, como refuerzo, la legisladora federal del PVEM, Rosa Elba Pérez Hernández, a quien más tarde Botello llamaría “Elba Esther”.

Pero antes de los cambios dolorosos de nombres, vayamos al origen del chacachaca político.

Luego de terminado el evento, las personalidades pasaron a su acostumbrada sección de sonrisas y espaldarazos apócrifos.

En esas andaban cuando una reportera cumpleañera del a.m. estaba entrevistando al joven diputado federal Diego Sinhue sobre el adeudo del predial y sin querer queriendo la alcaldesa se acercó pa saludarlo.

Botello se disculpó por la interrupción, pero Diego le pidió que no se fuera, que de hecho le ayudar a precisar la información del adeudo.

Inmediatamente después se unió a la tallada el diputado Juan Carlos Muñoz, quien le recordó a Bárbara la bronca que su empresa familiar (Castores) tuvo con el municipio.

Aunque aquí la alcaldesa esquivó bien el toallazo porque le recordó a Muñoz que en su caso el municipio escuchó y le echó la mano pa destrabar el tema.

Finalmente se unieron a la conversación (ya informal) el ex alcalde y todavía vividor del hueso burocrático estatal, Luis Quirós Echegaray, así como las diputadas Beatriz Yamamoto y Rosa Elba Pérez.

Bárbara Botello les decía una y otra vez a los panistas que en León, o todos coludos o todos rabones, y que el PAN tenía que tragar chocolate y, de paso, pagar lo que debe.

Justo en esos momentos, un despistado y podría decirse que hasta bien intencionado gobernador, pasó a saludar a la bolita.

Miguel Márquez se dio cuenta que se había metido a la bronca más sonada del momento cuando se percató de los comentarios del adeudo predial de su partido, y aunque nomás pelaba los ojos verdes y relamía su prominente dentadura, no pudo escapar de la zona de lavaderos.

Atrapado y sin salida inmediata, el gober trató de aportar diciendo que él como que había leído que la bronca era porque no había escritura del edificio que alberga el Comité Directivo Municipal del PAN más grande del país.

Fue aquí cuando Luis Quirós lanzó un dato revelador, en el sentido de que el terreno se había adquirido en pagos por parte del ex dirigente municipal Miguel Salim “quiero volver” Alle, y que todavía faltaba uno que otro.

Los panistas soltaron luego una forzada e incómoda carcajada,  aderezada por el amargo “pues que paguen y punto” del señor gobernador.

Bárbara en esos momentos andaba perdidona en la conversación y sólo atinó a preguntarle a un grupo de mujeres que andaban en el evento (comprometidas con lo que hacen sus autoridades, no vaya usted a creer que por esa ventajosa costumbre política del acarreo) que si los panistas deberían pagar predial.

La respuesta de las mujeres no tuvo eco, a menos, quizá, de que la alcaldesa hubiera pedido un aplauso para el diputado Diego Sinhue, a quien parece ser quieren rete-harto.

Después Márquez trato de bajar la espuma al señalar que lo que se debe se paga. Pero luego terminó echándole más jabón al asunto, al decirle a la alcaldesa que se tenían que evitar los vicios de antes y, de paso, le sugirió que ya no le moviera.

El que la pescó al vuelo y terminó por sacudir las burbujas fue el diputado Diego Sinhue, quien agregó al comentario del gobernador el hecho de que el PRI se había adueñado de su antigua sede en la calle Comonfort, la cual terminó calcinada hace un par de años.

Mientras tanto, la alcaldesa seguía firme con su… “o todos coludos o todos rabones”.

Fue en estos momentos cuando metió su pila de trapos ecológicos la diputada Rosa Elba Pérez, al decirle a la alcaldesa que está bien que se cobre el predial, pero que se regrese algo a esa colonia, porque de lo contrario la colonia no pagaba.

La salpicadera se hizo más grande cuando la diputada del verde le lanzó una pregunta directa a la alcaldesa… ¿cuánto pagas tú de predial?

El gobernador, todavía atrapado en el lavadero, volvió a pelar los ojos y así, sincerote y clarividoso como es, nomás dijo “¡Ya Valiooo!”.

Ya encendida, pero ecuánime, la alcaldesa le contestó a la diputada del verde que pagaba como 40 mil pesos y le devolvió el favor haciéndole la misma pregunta nombrándola, de paso, “Elba Esther” y no Rosa Elba.

Luego el diputado Juan Carlos Muñoz sacó uno de los trapos más sucios al preguntarle a Botello de cuántas propiedades era la dueña.

La alcaldesa no paraba de reír, al igual que las diputadas y los diputados, sólo los acarreados no le hallaban al chiste, al igual que el gobernador, quien todavía no entendía cómo demonios es que se metió donde no le llamaban.

lavadero 2

 

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