Clímax

MR PEABODY & SHERMAN.

Mr. Peabody & Sherman era una caricatura de entre muchas que Jay Ward produjo en su vida, no tenían la mejor animación de todas, pero sí contaban con un guión mordaz, rápido y divertido.

Tras la compra de la casa productora por Dreamworks, el perro y su niño son los primeros en recibir una adaptación (lo siento, Rocky J. Ardilla y Bullwinkle J. Alce tendrán que esperar). Y siendo honestos, era la segunda opción de esta librería; sin duda era arriesgado, ya que en el pasado, se había intentado hacer adaptaciones de los personajes de la compañía, siendo más notorio el fracaso de Rocky y Bullwinkle. Y gracias a todos los dioses, decidieron cambiar el plan de hacer un “live-action” a una película completamente animada  ¿el resultado? una muy buena película que palideció por  300: El nacimiento de un imperio.

Mr Peabody (Ty Burrell) es el ser más inteligente en nuestro planeta, pero resulta ser un perro. Esto no le ha impedido resolver grandes problemas en la humanidad, además de ser la epítome en artes, ciencias, y deportes; aún así, Peabody (o Héctor, su nombre real que nunca es mencionado) se siente sólo, ya que nunca fue adoptado por un niño. Todo eso cambia cuando encuentra a Sherman (Max Charles) un joven que decide adoptar. Pasan los años y Peabody vive una vida llena de aventuras con Sherman, pues ha construido una máquina del tiempo en la que se trasladan a diferentes momentos de la historia, siempre en calidad didáctica para Sherman.

 

Didácticas y peligrosas.

Didácticas y peligrosas.

 

Tras regresar de una aventura en Francia, Peabody le dice a Sherman que mañana será su primer día de clases. Este llega emocionado a la escuela, y demuestra tener conocimiento en la historia, lo que hace ganarse el respeto de su maestra y compañeros…excepto de Penny (Ariel Winter) una chiquilla que además de sentirse celosa de Sherman, lo molesta y todo termina en una pelea entre estos dos.

La situación para Peabody empeora desde ese momento, pues tras la justificación de que es un perro, buscan quitarle a Sherman bajo el argumento de un mal cuidado. Es entonces que el perro genio decide invitar a cenar a Penny y a sus padres, sin imaginar en lo que se acaba de meter.

Lo que mueve la película, es la relación entre Peabody y Sherman; en la serie televisiva, la relación de estos dos era más cercana a un humor negro, pues Sherman era la mascota de Peabody. Este cambio se hace a la hora de adaptarla y es bienvenido. Su relación es complicada, ambos se tienen estima pero no son aceptados por la sociedad, pero poco importa si ellos se comprenden. Esto queda demostrado en una secuencia donde vemos la relación entre estos dos y sus aventuras en el tiempo, de forma regresiva vemos como se llevan hasta el punto donde Peabody encuentra a un niño abandonado, todo esto a ritmo de “Beautiful Boy” de John Lennon. Puede que suene bizarra, pero tiene elementos enternecedores y la canción le queda como anillo al dedo.

 

Queremos que los dos estén juntos, y que los dos aprendan uno del otro.

Queremos que los dos estén juntos, y que los dos aprendan uno del otro.

 

Y por supuesto, está la dinámica viaje en el tiempo…después de todo, no sería una adaptación de Peabody y Sherman sin esta; cada viaje que realizan está lleno de referencias históricas y lleno de gags que hacen muy divertida la película, en ningún momento se sienten aburridos, al contrario, yo diría que los viajes en el tiempo son muy pocos, pero los que hay son muy logrados. Me quedo con la época de Troya y el estúpido de Agamenón.

Y como de costumbre, si me resultó llamativo el score, lo hago notar…y esta vez no es la excepción. De un sorpresivo “no me das flojera en esta ocasión” Danny Elfman, el tema principal de la película es juguetón, como podrías esperar de una película animada, pero también se da su tiempo de desarrollar temas sentimentales y de acción, además de jugar con las épocas y sus sonidos clichés; no es lo más sobresaliente del compositor pelirrojo, pero resulta muy bueno después de una etapa de puros trabajos nada atractivos.

 

Les dejo mi parte favorita (musicalmente hablando).

 

Es una lástima que no se haya puesto mucha atención a la película tanto por publicidad como en audiencia. Supongo que afectó la salida de Downey Jr. del proyecto, pero que eso no desanime a la gente; es una película que respeta el material original, ofrece una mezcla perfecta de inteligente y estúpido para los niños, además de poder iniciarlos en el interés de la historia universal.

Vivimos en un mundo donde Rio 2 tuvo más taquilla, Peabody y Sherman merecía algo mejor.

 

 

 

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