Punto In

NO ES HEAVY… / Por: Gerardo Mares

No es heavy metal o hard core pero se le parece un poco. Algo tiene que ver la utilización de la guitarra como instrumento principal en la elaboración de las rolas; de hecho, los riffs característicos de varias composiciones no hicieron quedar mal a sus autores. A mí no me sabe nada mal, en vista del inesperado eclecticismo musical que me ha llevado a tomar esta faceta profesional desde que participo en el proyecto editorial de Contrapunto News. Son diez, pero por supuesto pueden ser más, una selección que es una probadita…

R.E.M. What’s the frequency, Kenneth? Quizá la lira más endemoniadamente eléctrica de la lista, una rola que pudiera considerarse menor en la enorme trayectoria del grupo liderado por Michael Stipe. El video, un lujo de iluminación en un set cinematográfico con alucinante cambio de tonalidades. Fue un milagro que no murieran electrocutados estos ínclitos miembros del salón de la fama.

Michael Jackson. Beat It. Michael Jackson encumbró su álbum Thriller entre los más vendidos de la historia gracias en parte a esta estupenda rola y a su video de muy buena factura en su elaboración atmosférica y caracterización de personajes, afiliándose sin pudor a la moda del cine de pandilleros pidiendo prestado algo a exóticos modelos como The Warriors y Class 1984 de donde parece provenir parte de su inspiración. Claro, mucha de la fuerza de la rola se desprende por la colaboración de Eddie Van Halen en la guitarra. Es una lástima que la tendencia al realismo la mandaran al carajo al momento de poner a danzar a los supuestos gamberros.
https://www.youtube.com/watch?v=Ym0hZG-zNOk

Pearl Jam. The Fixer. No todo el alternativo fue para quejarse del status quo, para retratar la crueldad de la alienación social o para plasmar los oscuros sentimientos humanos. Ya en la etapa de su madurez, Eddie Vedder y compañía se reventaron esta rola que en términos anglo-parlantes puede ser definida como esos productos culturales catalogados feelgood; recetas para sentirse mejor. No es que traicionen su esencia, sino a veces hasta es saludable una óptica alivianada en la música. Y de que nos pone a brincar, nos pone. En el video se juega bien chido con el sentido de la profundidad.

Fine Young Cannibals. She’s drives me crazy. Estos ya son terrenos dominantes del pop a lo mejor de muy poca consideración por parte de los lectores pesados de esta firma editorial en busca de prestigio y nombre. De lo que no hay duda es que gracias a la potencia del riff, el grupo canadiense al menos logró el one hit wonder de su vida. Más bien orquestada con percusiones y teclados; lo que logra una guitarra eléctrica cuando entra en el momento adecuado. A mí me agradó en su momento.

Spin Doctors. Two Princes. Otra rola para pasarla a gusto en un antro o en la comodidad del hogar bajo el influjo de lo que a usted se le antoje. Filmada en blanco negro de una excentricidad tan falsificada como un billete de tres dólares, no obstante el clip no obró como un lastre. También ha sido la creación más conocida de estos hippies de nuevo cuño.

Counting Crows. Mr. Jones. Siempre he tenido debilidad por otra clase de texturas que se pueden lograr en el manejo de la lira, en este caso, de una armonía en un camino poco explorado en el rock pesado que prefiere la fuerza del sonido como si se tratase de un mofle corroído de un trolebús de la desaparecida Ruta 100. Yo no sé quien terminó más agotado: si el inefable front man de rastas danzarinas o el guitarrista principal que no paran de saltar de principio a fin, en una rola para su lucimiento, diría un mítico político: “de ambos dos”…

Bryan Adams. Summer of ’69. De esencia rockera en sus inicios, con una caracterización personal puesta en el rockabilly; el cantautor canadiense nos regaló uno de los himnos de los ochentas en el empaque de un video que evoca nostálgicamente el rock de garaje, donde las guitarras son amos y señores de este universo visual mayoritariamente en blanco y negro. Por desgracia, el señor Adams perdió el rumbo y al paso de los años se convirtió en un baladista sensiblero. Escogí esta rola por su popularidad, pero el lector puede remitirse a su más lograda Run to you para comprobar la fuerza de su sonido primigenio.

U2. Vertigo. Como es usual en su dilatada trayectoria, estos maestros pueden darse una vuelta por cualquier género y lo convertirán en una pieza para la posteridad. Esto se facilita si la agrupación cuenta con un guitarrista tan dotado como The Edge, capaz de cambiar de registro de manera inesperada. Vertigo es una muestra de ello, tan ruidosa como cualquier pieza pesada.

Queen. Bohemian Rapsody. Adelantándose a su tiempo, esta rola queda para la historia como una de las mejores composiciones en el rock; ¿o el pop? Realmente inclasificable, esta locura pergeñada por Freddie Mercury y compañía encuentra todo su poderío tanto en su tramo operístico como en el final evidentemente crudo al estilo heavy, un ruido para hacer girar la choya a los melenudos como cualquier head-banger; así como lo atestiguan los zopes personajes de la película El mundo según Wayne.

Paul McCartney & Wings. Seleccionada para integrar el soundtrack de una película de la saga de James Bond, esta vez interpretado por Roger Moore; no es raro que la adaptación hecha por Guns & Roses haya empalmado tan bien en su personal propuesta rockera, ya que los riffs son propiedad del mítico músico de Liverpool. Ese guitarrista ejecuta la lira como si fuera miembro de Deep Purple y no como integrante de un más refinado conjunto propiedad de sir Beatle.

GERARDO MARES RODRÍGUEZ: CRÍTICO DE CINE Y RESEÑA MUSICAL DE LA REVISTA 012, EL PORTAL DE NOTICIAS RUTA BJX Y CONTRAPUNTONEWS.COM

Share: