Por Adolfo Enríquez Vanderkam

La gran mayoría de los leoneses no dudan que la ex alcaldesa amasó una gran fortuna aprovechándose del cargo que le confirieron los leoneses, la única duda es cuánto dinero tiene en propiedades, efectivo y en cuentas bancarias. Y ese rumor de que Bárbara Botello solo llegó a la presidencia municipal a servirse y hacer negocios a la sombra del poder, la persigue desde el primer año de su administración, donde con descaro y total complicidad con el ex contralor Alberto Padilla Camacho, saquearon literalmente las arcas municipales.

La noticia de la semana es la orden de aprehensión contra el ex tesorero Roberto Pesquera Vargas, que fue la persona más allegada a Bárbara Botello, quien manejaba los dineros de la administración y con quien hizo mancuerna para realizar manejos irregulares, firmar contratos con empresas fantasmas, privilegiar a los allegados con compras y concesiones y por supuesto, los moches por obras públicas.

Tanto Bárbara Botello como Roberto Pesquera no tuvieron empacho en hacer negocios que les dejaran dividendos, empezando con el arrendamiento de carros por los cuales se pagaron más que si se hubiesen comprado. Luego inventaron el Programa Taxi Seguro, que significó la compra de más de 4 mil teléfonos inteligentes y que resultó en un verdadero fracaso, gastándose en ello más de $35 millones de pesos. El municipio desembolsó millones de pesos en pagos de facturas de empresas con domicilio falso, que cobraron por un servicio que nunca prestaron y otras que fundaron empleados municipales para dar capacitaciones a precios exorbitantes.

También podemos hablar de la compra de juegos para parques públicos 3 veces más caros que su precio de mercado, o de baños rurales 350% más caros que su precio real, el sobrecosto en todas las obras públicas que realizó la administración del “cambio tranquilo” y el total abuso en el manejo de la nómina, que fue inflada para dar trabajo a parientes, amigos e incondicionales de Bárbara Botello.

Donde literalmente se CUAJARON Bárbara Botello y Roberto Pesquera fue en la licitación de la basura que por 20 años se concesionó a las empresas GISA y Red Recolector, donde se dice que recibieron decenas de millones de pesos de “mordida”, lo cual no es de dudar, pues es evidente que dicha concesión fue leonina y está causando una fuerte carga financiera, pues de $89 millones anuales que se pagaban a los ex recolectores leoneses, hoy se pagan más de $220 millones al año.

Pero sería iluso pensar que Roberto Pesquera se manejó solo. Es claro que de todas sus actividades irregulares estaba enterada o eran órdenes directas de Bárbara Botello. Era bien sabido que nada se movía sin autorización de la ex alcaldesa y no cabe la palabra omisión, pues de todos los actos de corrupción vividos en su gobierno, la que organizaba y era la más beneficiada con los malos manejos era ella.

No tardarán en meter a la cárcel a Roberto Pesquera Vargas, lo merece y se le debe exigir que resarza los daños causados a las arcas municipales. Y conociendo al ex tesorero, no duden ni tantito que empezará hablar, a decir todo lo que sabe, de quien recibió las órdenes, a quien le entregó el dinero y a quienes benefició, y eso significará que pronto veremos a Bárbara Botello ser sometida a un proceso penal por malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, asociación delictuosa y otros cargos que puedan resultarle.

Se acerca ya el momento que los leoneses esperan y no por ánimo revanchista, sino por estricta justicia y es ver a Bárbara Botello tras las rejas, respondiendo por la corrupción de la que se benefició y explicando de donde salió tan grande fortuna que posee y que coincidentemente obtuvo siendo la presidenta municipal de León.

Adolfo Enríquez Vanderkam
Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.