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No es lo mismo el secretario narcotraficante de Calderón, que el de Adán Augusto: Sheinbaum

CIUDAD DE MÉXICO.- Tratando de desmantelar la idea de que #morena es igual a los partidos gobernantes del pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enmarcó dos diferencias que, para ella, son fundamentales para demostrar que una cosa es Felipe Calderón Hinojosa con su narcotraficante Genaro García Luna y otra Adán Augusto López Hernández con su narcotraficante Hernán Bermúdez Requena.

Primero, dijo, a Bermúdez Requena se le investiga y persigue en México, no en Estados Unidos, como a García Luna.

“Para que se vea la diferencia, en este caso esta persona que fue secretario de Seguridad Pública del estado de Tabasco es investigado y tiene una orden de aprehensión por la Fiscalía General de la República. Muy distinto a otros casos donde, por ejemplo García Luna, fue en Estados Unidos, aquí de inmediato cuando hubo conocimiento de vínculos se abre la carpeta de investigación y la orden de aprehensión, eso es lo primero, ya hay una diferencia.

Segundo, explicó la presidenta, en los gobiernos de la 4T no hay encubrimiento para nadie; ni para el extitular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, impune por la muerte de 40 migrantes en Ciudad Juárez, o para Ignacio Ovalle, quien estando al frente de Segalmex “perdió” 15 mil millones de pesos.

“Aquí no se cubre a nadie, si la Fiscalía tiene contra alguien, que sea militante de morena o no alguna evidencia, adelante, que continúe la investigación, no vamos a subir a nadie, nosotros ni la Fiscalía, aunque la Fiscalía obviamente es autónoma”, declaró Claudia Sheinbaum.

La mandataria nacional hizo una acotación en este tema, al asegurar que en su gobierno no está de acuerdo con el linchamiento público, como en el caso de su antecesor y mentor, Andrés Manuel López Obrador, quien reveló en una “mañanera” el teléfono personal de Natalie Kitroeff, jefa de la corresponsalía del New York Times para México, quien investigaba una supuesta reunión de sus aliados con cárteles de las drogas.

“Ahora, así como no debe curarse absortamente a nadie, si es que hay indicios de algún vínculo con la delincuencia o indicios de algún acto de corrupción o alguna ilegalidad, de la misma manera no estamos de acuerdo en el linchamiento mediático”.

Así terminó Sheinbaum una de las maromas políticas más complicadas de su carrera.

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