LEÓN, GTO.-. El tema de la “Casa Azul” de Diego Sinhue está que arde y la gobernadora Libia García no ha logrado apagar el incendio con su promesa de abrir, con sus respectivas partes testadas, uno de los contratos otorgados por el Gobierno del Estado a Segiuritech, cuyo representante es quien habría comprado la casa en la que el exgobernador vive con su familia en el exclusivo fraccionamiento The Woodlands, en Houston, Texas.

Así lo anunciaba Libia el pasado martes 15 de julio:

“Como ya anuncié, el comité de transparencia determinó la reserva de esta información pues que podría afectar la seguridad pública y el desarrollo de la propia estrategia de seguridad. Sin embargo, yo comprendo ese interés legítimo de conocer y de saber y he dado la instrucción a la Secretaría de Seguridad y Paz de hacer una revisión de los contratos y de poder hacer pública aquella información que no comprometa la seguridad, ni los operativos, a los operadores de la propia estrategia y bueno pues seguramente las próximas semana se estarán dando a conocer estos datos”.

Obviamente la ofrenda no apaciguó las aguas, al contrario, las agitó con exigencias de apertura de todos los contratos y explicaciones directas de Diego Sinhue sobre la forma en que se hizo de la “Casa Azul”.

A la fiesta de reclamos se sumó el diputado federal de morena, Ernesto Prieto, quien tras la exigencia terminó insultando a la gobernadora.

“Le exigimos a la gobernadora Libia Denisse, que no se haga pata, o pato como le quieran ustedes decirlo, ya acaba de decir que nos va a dar chance de un contratillo cucho de Seguritech, que va a darlo a conocer, pero con las reservas debidas de ley porque se puede afectar la seguridad pública del estado de Guanajuato, no nos chupamos el dedo amigas y amigos, que no sea cínica, que no sea desvergonzada, a exigencia es la totalidad de los contratos”.

La respuesta no llegó inmediata por parte de Libia, sino de su escudero en el Congreso de Guanajuato, Jorge Espadas Galván, quien además lanzó un reto a Ernesto Prieto, pa debatir públicamente, ellos dos, así solitos, sobre el tema.

“Para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta y este señor no la tiene; segundo, lamentar cuando no se tienen ideas vienen los insultos y las descalificaciones, y decirle al diputado que si quiere debatir en cualquier tono, aquí nos va a encontrar, estamos listos cuando él quiera”.

Luego de un seguro tirón de orejas por los insultos a la gobernadora, Ernesto Prieto, terminó pidió disculpas.

“En ningún momento ha sido mi intención, quiero clararlo muy puntualmente, ofender, ni hacer referencias de género. Sin embargo, retiro esos calificativos, me disculpó por lo dicho, en particular, ofrezco una disculpa pública a la gobernadora”.

También dijo que tiene la cola corta y que le acepta el debate a Jorge Espadas. Pero, solo si se abren todos los contratos de Seguritech.

“Responderle al coordinador de los diputados locales del PAN, Jorge Espadas, que me reta, háganme ustedes el favor, me reta a hablar de transparencia y rendición de cuentas, te aceptó Jorge con mucho gusto, pero primero, pues den a conocer los contratos (…) Cuando Gobierno del Estado de a conocer la totalidad de los contratos, con mucho gusto debatíos del tema”.

Mientras tanto, en alguna de las cinco recámaras de la “Casa Azul”, valuada en un millón de dólares, el exgobernador consume a la distancia, cual palomitas recién hechas, la efervescencia del escándalo.