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Tres días de travesía entre el cielo y el infierno

TOLUCA, EDOMEX.- Más de 170 mil almas entraron y salieron durante tres días y tres noches de las sucursales del cielo y el infierno instaladas en Toluca, Estado de México.

Y es que con el regreso de Pantera y la despedida de Kiss se escribían dos capítulos muy importantes en la historia del heavy metal en México y el mundo.

Además, con los 40 años de Anthrax, la magnificencia de Megadeth, el siempre certero aguijonazo de Scorpions y la retorcida bendición de Judas Priest, el Hell & Heaven Metal Fest 2022 se erigió durante los pasados 2, 3 y 4 de diciembre como uno de los festivales más importantes de Latinoamérica.

El primer día fue particularmente importante, diferente, esperanzador.

Después de años, años y años de soñarlo, la realidad le aplicaba una vulgar demostración de poder a los fans de Pantera.

Sí, la legendaria banda de los ya extintos hermanos Abbott estaba de regreso con los únicos músicos que cuentan con el aval para hacerlo; el preciso baterista de Anthrax, Charlie Benante, y el salvaje guitarrista de Ozzy, Zakk “Motherfucker” Wild.

Ese viernes en la noche fue memorable. La familia estaba reunida nuevamente y el festejo, por supuesto, fue hostilmente épico.

Scorpions completó la velada después de recibir las llaves de la ciudad. El veneno fue inyectado a la perfección con todos esos éxitos creados desde el lejano Hannover en 1965 y hasta la actualidad, en que se asumen “creyentes del rock”, justo como tú o como yo.

Tras el paso del huracán vino la calma y el primer éxodo de condenados al metal.

El sábado fue de Slipknot y Judas Priest, una mezcla de juventud y experiencia que terminó dejando un buen sabor de boca, pese a los problemas de audio que realmente arruinaron algunos shows, como a los norteamericanos de Trivium.

Priest demostró que sigue pateando traseros, en especial Rob Halford, uno de los pilares más importantes del heavy metal.
Silpknot dejó caer todo su arsenal y calentó la noche como todo buen cabeza de cartel.

Y así corrieron de nuevo los ríos de sombras musicalmente saciadas. El tercer llamado recorrió las calles de Toluca en Domingo.
La cita en el Foro Pegaso era simplemente irresistible e imperdible: Stryper, Mercyful Fate, Anthrax, Megadeth y Kiss, estaban listos para tomar los escenarios principales.

Las dos primeras bandas comenzaron a levantar una polémica inesperada: la primera, Stryper, con una carga importante de cristianismo en sus canciones y, la segunda, Mercyful Fate, abiertamente satánica.

Ambas bandas compartirían el mismo escenario y los más radicales de sus seguidores ya calentaban las redes sociales, las cuales se incendiaron luego de que ambos frontman´s publicaron una foto departiendo sin ningún tipo de problema tras el escenario.

¿Quién lo diría? reunión de voceros de dios y el diablo en el “Heaven” stage.

Con la caída de la noche también llegó el poder y la buena vibra de Anthrax, quienes ya tocaban oficialmente con el nuevo baterista de Pantera, Charlie Benante.

La energía recorrió todas y cada una de las venas, como una especie de grave enfermedad infecciosa.
Tocaba el turno de otro de los consentidos… Megadeth.

El equipo comandado por Dave Mustaine es, sin lugar a dudas, un tipo de unidad especializada en demoler cualquier cosa que se le ponga en frente.

Su intrincada arquitectura en guitarras y la sangre nueva tras los tambores permitió el desboble de una perfecta sinfonía de destrucción.

La banda, que incluye al genio de las cuerdas brasileñas Kiko Loureiro, demostró nuevamente por qué es más grande que el pasado que le dio origen.

Llegó la noche del domingo. Kiss rendía cuentas a sus leales fans de México, a quienes no volverá a ver jamás en los escenarios.
El fuego, las explosiones, el maquillaje, la sangre, Gene Simmos, Paul Stanley, Eric Singer y Tommy Thayer, se encargaron de cerrar el capítulo con un prolongado beso de la muerte.

Así llegó a su fin el Hell & Heaven Metal Fest 2022, tras el detonar de 140 bandas de diversos países y géneros ligados a la música que nos hace subir y bajar del cielo al infierno continuamente.

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