LEÓN, GTO.- “Yo creo que esto no se va a dar en México”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum tras la pérdida de la izquierda en las elecciones presidenciales de Chile.

“Creo que es un momento de reflexión para los movimientos progresistas en América Latina de por qué se dan estas circunstancias”,dijo.

“Yo creo que esto no se va a dar en México porque: número uno, hay mucho apoyo popular al gobierno, porque estamos cumpliendo y no hemos traicionado lo que nos comprometimos; número dos, hay resultados, la disminución de la pobreza, las desigualdades y la mayoría de las y los mexicanos está de acuerdo con la transformación”, agregó.

Ayer, en las elecciones presidenciales de Chile, el ultraderechista José Antonio Kast obtuvo aproximadamente el 58.2% de los votos, derrotando a la candidata de izquierda Jeannette Jara, quien consiguió el 41.8%.

En los últimos meses, varios gobiernos o candidatos de izquierda en Latinoamérica han experimentado derrotas electorales, marcando una tendencia de giro político hacia la derecha en la región.

Chile: La derrota más reciente y notable es la de la candidata oficialista de izquierda, Jeannette Jara, quien perdió la presidencia frente al ultraderechista José Antonio Kast en la segunda vuelta del 14 de diciembre de 2025. Esto representa un giro significativo del país hacia la derecha tras el gobierno de Gabriel Boric.

Ecuador: En las elecciones presidenciales de 2025, la candidata correísta Luisa González fue derrotada, resultando en la reelección del presidente Daniel Noboa.

Bolivia: El partido gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) sufrió una derrota aplastante en las elecciones generales de 2025, perdiendo la mayoría de sus escaños en la Cámara de Senadores y Diputados.

Honduras: El partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) también enfrentó una derrota en las elecciones generales de 2025.

Colombia: El oficialismo sufrió reveses en las elecciones regionales de octubre de 2023.

Analistas señalan que este cambio de tendencia se debe a una combinación de factores, incluyendo la polarización política, el descontento público con la gestión de problemas cotidianos como la seguridad y la inmigración, así como persistentes acusaciones de corrupción que afectan a políticos de diversas ideologías en la región.

Varios de estos gobiernos de izquierda han sido criticados por fallar en la ejecución de las demandas ciudadanas y en la gestión eficaz de los problemas, lo que ha erosionado la confianza pública y ha impulsado el apoyo hacia candidatos y partidos de derecha con plataformas de “ley y orden”.