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CLÍMAX / MALÉFICA

Por: Deusdedit Diez de Sollano Valderrama

 

En plena etapa infantil, es muy probable que nuestro primer acercamiento al cine haya sido con una película de la compañía Disney; la mayoría de nosotros nos emocionamos al ver el viaje que recorre nuestro héroe predilecto (animado o real), el verlo afrontar las situaciones de peligro y que amenazan su destino a ese final feliz y de buen sabor de boca.

Cuando uno se vuelve adulto, estos héroes suelen permanecer en nuestros recuerdos como personajes favoritos, y también le empezamos a dar un singular aprecio a los villanos.

¡Y qué villanos tiene la compañía del ratón!

Toda una gama de diseños y evolución de villanos. Pasando de los que tienen una motivación mínima, hasta personajes que nos pueden simpatizar, incluso hacernos sentir lástima por su situación. Por desgracia, Maléfica entra por el primer grado de villano, aquel sin muchas motivaciones.

Marc Davis, legendario animador de la compañía, fue el encargado de darle el icónico diseño al personaje en la versión animada de “La Bella Durmiente” de 1959; decidiendo cambiar el diseño original semejante a la Reina Malvada de Blanca Nieves, Davis le incluyó unos cuernos que le daban un aspecto demoniaco, además de un rostro fino y atractivo que, a la vez, muestran una entidad peligrosa.

Eso es Maléfica: un grandioso diseño, pero carente de una motivación lógica o de peso. Su más grande enojo es el no haber sido invitada a una fiesta.

Esto haría sumamente interesante conocer el trasfondo de este personaje; al fin conoceríamos las razones por las que se volvió tan amarga, tan seria, tal y como su nombre lo indica, “maléfica”. Hay mucho potencial para finalmente hacerlo un personaje completo y que tenga un lugar digno entre los mejores villanos, no sólo de la compañía, también de la historia del cine.

… desgraciadamente, eso no llega a pasar.

La película no es un completo fiasco, más bien decepciona. Puedo recalcar algunos puntos que me parecieron buenos…. muy pocos, a decir verdad.

Angelina Jolie ES Maléfica, un gran acierto de casting debido a las facciones de su rostro que se asemejan a su contraparte animada, y en mucha parte por el espléndido vestuario y maquillaje que tiene su personaje, realizados por Anna B. Sheppard y Rick Baker, respectivamente. Es muy probable (qué digo probable, casi cantado) la nominación a un Oscar para Sheppard y su vestuario. Por su parte, el señor Rick Baker es toda una leyenda: dos premios de la academia por dos películas de hombres lobos, no lo hace cualquiera. Es un trabajo que nos rememora al diseño clásico y perdurable de Marc Davis, y se traslada muy bien en carne y hueso.

James Newton Howard es el encargado de la música del filme, y funciona; si uno ha seguido la carrera de este compositor, se dará cuenta que llevaba mucho tiempo con música aburrida y sin un tema que pudiera ser totalmente apreciado. El tema principal de es entretenido de oír y es un paso adelante fuera de la zona de confort del compositor.

Fuera del impresionante maquillaje y vestuario, y música agradable…la película no funciona.

El problema principal que tuve, fue la idea de pensar que sería una precuela. Esta idea (como anteriormente mencioné) me parece que funcionaría de manera perfecta: adentrarnos en lo que le sucedió al personaje, sentir tristeza y comprender su camino hacia el mal.

Incluso la justificación de por qué se volvió malvada que la película maneja, pudo haber tenido mayor peso emocional si se le hubiera dado el suficiente desarrollo. En vez de ello tenemos unos pocos minutos dónde conocemos lo que le pasó a Maléfica (que de principio se llama así) y se vuelve un remake, de La Bella Durmiente, apurado, mal hecho, y llevándose entre las patas a todas las esperanzas que tenías del proyecto.

Un remake que además de ser tramposo e innecesario, vuelve ESTÚPIDOS a sus personajes, menos a Maléfica, claro está.

En uno de los giros más drásticos a la historia original que en mi vida haya visto, todos, absolutamente todos, son personajes aborrecibles. El rey no tiene un cariño por su hija, las hadas son unas ineptas y que no le enseñan nada a la joven Aurora en sus ¡16 años de convivencia! El príncipe, es un completo inútil. Por lo menos el animado, en ayuda con las hadas derrotan a Maléfica, pero este hace que nos lleguemos a cuestionar su inclusión, si no va a ser el verdadero amor o ser la salvación de Aurora ¿Para qué ponerlo? y no me argumenten que eso no significa que sea el enamorado del personaje ¡Aparece al final en la coronación de Maléfica!

Angelina Jolie hace lo que puede con el guion que hace que su personaje se tambalee entre un personaje villanesco, heroico, y caricaturesco. Puede ser apacible y meditativo, algo que me parece que funciona; las escenas donde maléfica está sola en un bosque ayudan mucho gracias al rostro de Jolie. Y tienes escenas donde Maléfica llega a ser una versión con presupuesto de Rita Repulsa de los Power Rangers.

Sharlto Copley es desaprovechado como el rey; es una lástima, puesto que puede ser un buen actor e incluso presentar un villano decente, independientemente del material con el que trabaja. En esta ocasión balbucea ocasionalmente con una mirada perdida. Si el rey de pronto se volvió el villano del filme, bien pudo ser más enérgico o incluso sobreactuado.

Y finalmente tenemos a Aurora, y… no me parece horrendo su personaje, Elle Fanning cumple con una Aurora que trata de ser agradable y curiosa, pero que nadie se preocupa por ella, ni es apreciada…excepto por Maléfica: Es desaprovechado este vínculo con el personaje.

Me resulta imposible no sacar al tema la versión animada: los elementos de esta versión están aquí pero sin el corazón ni desarrollo. Si se quería una versión diferente de la historia ¿Por qué tener a los personajes que ahora resultan necesarios?

Aparte de contar personajes detestables y zopencos, tenemos la pésima decisión de contar con un narrador, porque tú sabes….la audiencia es tan tonta como para no darse cuenta de que Maléfica está cerrando los bosques y es una audiencia que tampoco puede comprender una escena emotiva sin diálogos.

El director Robert Stromberg, presenta un primer filme con gancho visual. Su experiencia en el departamento de dirección de arte se hace notar, pero descuida mucho el aspecto actoral, que si le sumas un guion de la mujer que nos trajo Alicia en el País de las Maravillas (2010)….la cual contiene los mismos errores.

Creo que ahí está el meollo del asunto: el guion de Linda Woolverton, no es coherente, es muy acartonado, y no sabe decidirse si es una nueva versión o la historia no contada, tiene miedo de ser algo nuevo y siempre hace referencia a la clásica animada.

No recomendaría verla, pero si tu fanatismo por los villanos Disney hace que estos problemas se vuelvan pequeños detalles al final del filme, o simplemente estás esperando a que Lana del Rey cante su versión sin encanto, aburrida y “oscura” de Once Upon a Dream (El tema icónico de la versión de 1959, de nuevo, jugueteando con la idea de que es canónica: ¡decídete película!), diría que mejor esperaras la versión Diamante del clásico animado, y que bajaras la canción.

La historia en el cine nos ha demostrado que pueden existir hermosos fracasos, en esta ocasión, son tantas las faltas que comete la película que en ni siquiera por el aspecto visual se salva.

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