LEON

Hace no mucho tiempo, vivíamos sin el color amarillo rondando nuestras vidas, esto cambió con la llegada de “Mi Villano Favorito” (Pierre Coffin y Chris Renaud, 2010) película de una temática “villanesca” similar a la fallida “Megamente” (Tom Mcgrath, 2010) de Dreamworks (el tradicional uso de ideas similares en Hollywood que pasa año con año) que siendo honestos presentaba una mejor idea que la primera. Mi Villano Favorito representó una franquicia inesperada tanto para los directores, así como para el estudio.

Es ahora que tenemos una película de minions, tras la increíble explotación de Universal Studios por los personajes en todo lo que te rodea ¿y por qué no lo harían? sería estúpido pensar que no fuesen a hacer esto si los personajes son llamativos para los niños y adultos por igual, llegando a invadir el espacio ya no tan sacro de Universal Studios.

El problema es que  yo, como muchas personas, sienten un fastidio inmediato por esas cápsulas; y es curioso, ya que las anteriores películas me parecieron entretenidas; fue a partir de la segunda parte ya se veía venir esta avalancha de minions que a mi parecer en dosis pequeñas funcionan, no para soportar una película entera.

Conocemos la historia detrás de los Minions, seres amarillo que han existido desde los inicios de la vida en la tierra, siempre buscando a otros seres más fuertes que ellos para volverse sus ayudantes; por su estupidez, los Minions se van quedando sin jefes a lo largo de la historia y terminan abandonados en la Antártida, donde comienzan a morir de aburrimiento. Es cuando 3 Minions: Kevin, Stuart y Bob, deciden ir en busca de un nuevo jefe en el nuevo mundo de 1968.

El humor de los Minions se hace presente en casi una hora y media, y por momentos sirve. La secuencia del paso de los Minions a través de la historia es entretenida (y la puedes ver gratis en tu computadora), pero hay muchas partes en donde los personajes balbucean palabras al azar que no le encuentro mucho humor, aunque este sea el causante de que las salas exploten de risa; díganme amargado pero decir chones, papaya, la cucaracha o banana hasta el cansancio no me resulta gracioso… obviamente para los niños y ciertos adultos de la sala, esto representa el pináculo de la comedia. En donde sí me agrada el humor de la película, es en la comedia “slapstick” que Minions ocasionalmente tiene, escenas bien logradas basadas en el humor de la violencia y el infortunio, cortas para dosificarlas en la película.

 

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A pesar de tener un desarrollo burdo, hay cierto encanto con los tres Minions, cada quien teniendo una actitud diferente al otro. Especialmente con el más pequeño que puede resultar encantador.

 

Scarlett Overkill y su esposo sólo están por el temor de los productores de que los Minions no pueden soportar una película entera, no hacen mucho y sólo aparecen ocasionalmente para que las cápsula amarillas hagan sus tareas. Scarlett Overkill tiene un diseño interesante, con su vestido mecánico que sirve de arma en este mundo de villanos vistos como celebridades (no tan alejado de nuestro mundo real en el que vemos con morbo y celebración a los asesinos seriales). Herb por otra parte, es muy inquieto, creador de los gadgets de su esposa y se nota que tiene una buena dinámica de polos opuestos… por lo menos en inglés, porque la película en su versión en español tiene la GRANDIOSA idea de poner a Ricky Martin y a Thalía como voces de doblaje; el problema es más con el primero, Ricky Martin no tiene voz ni carisma para hacer un personaje que además es hiperactivo, aquel que tuvo la grandiosa idea de ponerlo frente a un micrófono a hacer este trabajo merece replantearse si lo que hace es lo adecuado para el resultado final, pero a quién engaño, si desde Shrek nos importan más las celebridades latinas que aparecen detrás de un personaje.

Lo que Minions sí tiene es una gran selección musical; los años 60’s tienen en su haber una cantidad increíble de canciones que la película decide usar sabiamente. Quizás sea un acto de ego remarcado por el presupuesto, pero poner a The Rolling Stones junto a The Beatles no resulta nada barato.

 

Gracias por fallecer y dejar a los Beatles en paz Michael Jackson.

 

Minions llegó, la gente la amará, la gente la odiará y se irá, volverá con memes e imágenes de minions vestidos de superhéroes, para así volver a comenzar el ciclo. No le encuentro mucho sentido al balbuceo “Miniesco”, ocasionalmente me sentí incómodo dado que estas películas son un tanto xenofóbicas con un humor que nunca se logra desde el primer intento y que repiten una y otra y otra y otra vez; si las anteriores te parecieron obras maestras de la animación, esta debe ser la película que estuviste esperando todo el año, ellos lo saben, y también muchas empresas, por ello la sobre explotación de la imagen amarilla y los googles. Al final no es completamente horrible pero recomendaría mil veces que se viera “Intensa-Mente” (Pete Docter, 2015). Entiendo que son películas completamente diferentes, para diferentes opiniones y que de seguro los niños amarán, amén de si esto les hace bien o mal, pero todos tuvimos nuestro entretenimiento burdo y estúpido, déjenlos ser.

 

 

 

 

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