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ANIMALIZANDO LA HUMANIDAD

La exposición de los productos audiovisuales locales o foráneos en esa monstruosa Media llamada Youtube, no garantiza una adecuada valoración por parte del espectador enajenado a la red digital. Así, Animal Intelectual, cortometraje de apenas nueve minutos de duración, contabiliza cerca de las mil reproducciones hasta el momento de elaborar la presente reseña. En teoría y por la calidad de la puesta en escena, debería tener más visitas…

Y vaya que esto es una ironía por parte de una masa dispuesta a celebrar cuanta porquería se exponga en pantalla, ya que contra toda expectativa, el ensayo trata de una interesante reflexión entre urbanita y medio evolucionista si nos atenemos a la narración en off; un cruce de corrientes entre el registro testimonial del cine directo y la contemplación poética a través de una plástica construida con rigor que se desmarca de los registros amateurs de gran parte de la producción leonesa.

El entusiasmo que despierta el  corto se pone de relieve en el mismo momento que aparece la breve y eficaz secuencia de créditos a ritmo de Acid Jazz. Esto que pareciera se traduciría a un estilo grandilocuente, similar de la fórmula aplicada por Ron Fricke para Baraka y de la trilogía Qatsi de Godfrey Reggio, queda desmentida inmediatamente con la toma panorámica de apertura sobre la ciudad de Guanajuato y en los subsecuentes cuadros llevados de la mano por el narrador omnisciente. El producto final resulta ser sencillo y directo debido a su sencilla pretensión, esto dicho como una virtud a destacar entre varias otras.

Estructurada a partir de planos abiertos en declarada vocación contemplativa, Animal Intelectual no es tanto un documental sino una introspección al caos sistemático de las grandes ciudades; una especie de epifanía que se traslada a los cuadros que destacan por su funcional y estupenda composición, un logro no menor para un cinefotógrafo que había tenido algunos deslices experimentales en su colaboración para con otros colegas fílmicos.

Contundente en el aspecto técnico, la película en realidad trata sobre trazos; de trazos sobre una geografía ubicua que nos habla de una urbanidad descontrolada y estilo de vida casi industrializado en el asunto mexicano; trazos desde la marginación y pobreza hasta pasar a la alienación del primer mundo. Este vuelco que a priori debería prolongar el interés del espectador, por desgracia obra en sentido contrario. Salvo la intrigante escena del túnel, las demás secuencias en una urbe cosmopolita no logran captar y desprender el tono y la cercanía de la primera parte sintiéndose francamente como postales turísticas; ello quizá por presenciar una realidad ajena a nuestras chaquetas mentales.

Mención especial para el final, dramático y estético hasta la médula, lo que habla del equilibrio entre una imaginería poderosa y el aprovechamiento de los recursos técnicos disponibles. No hace poco el hombre-orquesta del presente trabajo declaró su deserción de la creación cinematográfica local. Sería una pena ver cumplida esta defección en vista del logro que supuso Animal Intelectual para una posible carrera que tiene mucho que ofrecer en un panorama no muy rico y diverso en talento comprobable.

Animal Intelectual/ D, G y F: Carlos Vázquez/ E: Mantra Estudio/ M: Enrico Chapela, Giacinto Scelsi, Electric Birds/ Con: Pepe Sardi, Eddy Tostado, Martin Ubert, Voz en off de César Cartagena/ P: Mantra Estudio. México. 2012.

http://youtu.be/tE00Ps5A6bw

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