PORTSMOUTH, EE.UU.- Entre el circo, maroma y teatro, por fin Bernie Sanders respaldó a Hillary Clinton como nominada a la presidencia por el Partido Demócrata y aseguró que hará todo para que gane.

El senador por Vermont estuvo de pie y al lado de Clinton en Portsmouth, New Hampshire, y ahí prometió que su “revolución política” continuaría, pero eso sí, reconoció que Clinton, y no él, había conseguido suficientes delegados para obtener la nominación.

Desde hace semanas los demócratas le habían aconsejado, de manera no muy sutil, que dejara la elección interna del partido y respaldara a la exsecretaria de Estado gringo.

Ahora Bernie prometió trabajar para ayudar a Clinton en noviembre cuando sean las elecciones presidenciales, diciendo que ella es “la mejor candidata y por mucha ventaja” para enfrentar los desafíos del país.

Pero (siempre existe uno) una amenaza acecha: el virtual nominado por el Partido Republicano, el magnate xenófobo Donald Trump, ha tratado de ganarse a los seguidores de Sanders, así que la nueva dupla demócrata tiene mucho trabajo qué hacer para frenar a su rival.