CIUDAD DE MÉXICO.- “Me mantienen con una tortura terrible, no me dejan dormir, me pasan lista en la noche cada dos horas, a veces cada hora, con gritos estridentes; me están volviendo loco, me quieren convertir en un zombi, haga algo”.

Esta fue la súplica que el narcotraficante Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera hizo  a su abogado Juan Pablo Badillo Soto, a quien a más de un mes de la recaptura del capo se le otorgó el permiso para ver a su cliente en el penal de máxima seguridad El Altiplano, en el Estado de México.

Aseguró que el primer tema que trataron fue los presuntos malos tratos que recibe el capo en el penal federal, a donde fue reingresado el 8 de enero tras ser detenido en Los Mochis, Sinaloa.

“Lo primero que él me dijo fue que lo tratan mal, mal, mal, ‘no me dejan dormir, cada dos horas o menos me vienen a pasar la lista, me quieren volver un zombi’ textualmente me dijo”, describió.

En entrevista con Adela Micha, el abogado del Chapo dijo que después de varias horas se le autorizó el ingreso, el cual cree no se la había dado con el pretexto de que no estaba en la lista de las personas que el mismo Guzmán Loera autorizaba entrar.

Badillo Soto afirma que tomará cartas en el asunto por la prohibición de ver a su cliente y por la presunta tortura en la que mantienen a Guzmán, hasta que “el señor director del centro tenga que ir a prisión a pagar sus delitos de esta infamia, de tortura”, sentenció.

Y comentó que en su primera entrevista “El Chapo” le dijo que su esposa Emma Coronel lo visitó, pero sólo le permitieron estar con él 15 minutos. El encuentro duró alrededor de 25 minutos, bajo la mirada de un custodio.

Share: