Clímax

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN.

 

El planeta de los simios es una de las franquicias de ciencia ficción más perdurables en la historia del cine; sin dudas es una saga que pone en juicio nuestra condición humana y nuestros temores al no ser los seres supremos en nuestro propio planeta, presentados de manera hipotética con los simios (aunque eso no es exclusivo del planeta de los simios, me parece que todos los filmes de animales vs los humanos presentan esa idea y la impotencia de este al hacerles frente).

La saga inició en 1968, con películas de buena calidad (Planeta de los Simios, Escape del Planeta de los Simios, Conquista del Planeta de los Simios), así como otras que olvidaban completamente ese tema y se preocupaban en presentar películas de ciencia ficción “chafonas” (Más allá del Planeta de los Simios, Batalla por el Planeta de los Simios).

Aclaro, incluso esas chafonas me gustan, solamente no tenían el discurso y seriedad de la primera (“No todo lo que uno ve y aprecia es oro”.-regla número #2 del cinéfilo).

En 2001 surge el intento fallido de Fox por lanzar la franquicia a un público moderno; dirigida por Tim Burton (Y…acá entre nos, si le preguntas a un Burtonlieber sobre la película, o no la ha visto, o no te dirige la palabra en tu inmunda vida: ¡Éxito!) de grandes valores de producción pero resultó muy tediosa, y un final que se preocupó más en presentar algo del mismo nivel de la original en vez de ser algo coherente. De manera irónica, siento que fue el momento en el que Tim Burton decidió cerrarse en su burbuja y hacer películas similares a partir de esta.

Como verán, la franquicia estaba muy en el olvido; es más una serie de películas de culto que un parte aguas en cuestiones de ficción, por lo tanto no se tenía mucho interés en ella,  hasta que se anunció un “reboot” en 2011 (Un reboot es contar la historia desde otras perspectivas, sin ser enteramente un remake, es decir…no cuentan la historia tal cuál). Fue una sorpresa ese año, ya que nadie esperaba una buena película del proyecto, además de la buena recepción por parte de la crítica, fue un éxito en la taquilla, haciendo que una secuela fuese anunciada.

Tres años después, ahora con un diferente director al frente (Matt Reeves) por fin llega la segunda parte de la nueva saga.

En una introducción devastadora y muy efectiva, vemos qué es lo que les ha pasado a los humanos tras el brote del virus que surgió del gen que hacía inteligentes a los simios. La expansión tuvo un alcance global, y ha sido una pandemia que ha diezmado a la humanidad. Mientras los humanos sufrían al no saber cómo combatir la enfermedad, ni tampoco cómo buscar una alianza entre paises, César (Andy Serkis) ha logrado una estabilidad entre los simios.

Existe una sociedad perfecta entre estos animales: unos se dedican a cazar, otros enseñan a las crías las reglas de los simios, y la vida de César tiene una pinta perfecta.  Padre de dos simios con su pareja, ve con optimismo el futuro de su “gente”…hasta que un día se encuentran con un humano; los simios, asustados por creer que estos estaban extintos y los humanos, también asustados al pensar que lo de los simios había acabado, no se llevan de la manera más sana (balas y sangre nunca es la manera más sana).

El grupo de humanos está liderado por Malcom, también padre de familia como César, que busca restaurar una fuente de energía para la ciudad en San Francisco. Malcom cree, al igual que César que una estabilidad entre las dos razas es posible, y tratan de hacer lo posible para la salvación de las dos, a malos ojos de sus camaradas.

Bueno… si de algo me he dado cuenta, es que me es imposible o muy difícil que la gente tome en serio lo que pondé a continuación: es una fantástica película.

Hay todo un complejo tema sobre la sociedad y nuestra forma violenta de reaccionar reflejada tanto en los simios como en nuestra especie; de alguna manera (y muy dolorosa) comprendemos los errores que surgen a través de toda la película, y generamos empatía por los dos bandos.

El mejor logrado sin dudas es el de los simios; Andy Serkis ya había demostrado con grandeza los alcances que puede tener la captura de movimiento en las actuaciones, nos ha dado personajes como Gollum, King Kong y el Capitán Haddock…pero César es el punto cumbre de lo que ha hecho hasta el momento. Esta vez vemos a un César maduro, en la etapa adulta de su especie, lidiando con conflictos emocionales y de supervivencia. Es el único que ve con esperanza a la humanidad por lo que vivió, y eso entra en conflicto con su especie, en especial con Koba, magníficamente interpretado por Toby Kebbell, somos testigos de como poco a poco, esta relación de confianza y amistad se va desquebrajando. Y con muy pocos diálogos.

El acierto de este “reboot” es que los simios están evolucionando poco a poco; muy acertada la decisión de no llevar de la nada ropa y posturas iguales a las humanas. Han desarrollado un idioma basado en señas, y poco a poco muestran su capacidad de hablar. Cada que habla un simio, sabemos que es algo serio, y nos causa un temor absoluto en los protagonistas humanos, que tampoco lo hacen mal.

Malcom, como mencioné antes, es un padre de familia. Si bien podemos sentir que César antes perdió todo y ganó una familia y ser la cabeza de su especie, en Malcom podemos sentir un personaje que ha perdido todo, y trata de que su hijo, a quién ama pero se siente alejado de él, tenga una mejor vida; es curioso ver a un protagonista humano, y de verano, que no es un hombre de músculos. Malcom es más parecido al hombre común que se arriesga en las situaciones de suma desesperación.

Junto a él está Alexander (Kodi Smith-McPhee) adolescente que no pudo expresar mejor su ansiedad que ser lector de la novela gráfica que reseñé hace tiempo: Black Hole. Kodi, quién hace su segundo trabajo con Reeves es bueno, al final de cuentas logramos ver un avance de su personaje y tratar de socializar y demostrar que siempre se ha preocupado por su familia. Gary Oldman tiene un papel muy pequeño, pero es cumplidor; el jefe de los últimos humanos, y mejor amigo de Alexander, confía en él para intentar buscar la luz (literal) que los salve. No aparece mucho en la película pero no es desperdiciado.

Reeves sorprende y presenta una gran película, que me parece superior a la anterior, y está a la par de la original. Nos hace sentir emoción desde el principio: Sabemos que es El Planeta de los Simios, obviamente en algún punto la burbuja va a estallar y todo se irá al carajo…pero no queremos que pase por cómo nos pinta la situación. Y al momento que brota esta violencia, estamos completamente pegados al asiento, es muy emocionante y llevaba mucho tiempo que no sentía ese torrente de emociones que surgen escena con escena.

Presenta una fotografía muy buena, Michael Seresin muestra el bosque donde viven César y compañía de manera misteriosa, ambiente de nubes grises y paisajes naturales muy impactantes. Y la música de Michael Giacchino (dos Michaels, je), uno de los mejores compositores modernos es hermosa. gran uso de temas para los humanos y los simios, con momentos tranquilos y hermosos, y otros donde las percusiones son amenazadoras y con guiños al  trabajo ganador del Oscar por Jerry Goldsmith.

Recomiendo esta película, por mucho. Este verano sale un trabajo tan completo y sorpresivo como este: emocionante, triste, hermoso, y nada aburrido. Pone en alto una franquicia que sólo queda como dato de cultura pop y parodia, y a Matt Reeves lo deja como uno de los directores que habrá que tener en la mira.

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