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EXPERIMENTA LA CAPITAL LO SONORO DEL WHITENOISE.FEST

por: Elia Aguilar

GUANAJUATO, GTO.- Una propuesta fresca y diferente vivió la capital del Estado el fin de semana con la Segunda Edición del Festival Internacional de Música contemporánea y Experimental WhiteNoise.Fest [ ex nihilo ] In Memoriam Héctor Quintanar.

El evento primero fue presentado el 5, 6 y 7 de marzo en la capital del país, y el 20, 21 y 22 tocó tierras guanajuatenses con tres días de piezas de Suecia, México, Inglaterra y Argentina interpretada por músicos mexicanos y artistas de Brasil y Chile.

Fueron escenarios del Cabaret Voltaire, el Auditorio Jorge Ibargüengoitia de la Casa de Cultura y el Museo Iconográfico del Quijote los testigos de esta actividad sonora.

“La edición del WhiteNoise.Fest [ ex nihilo ]  es una propuesta fresca y propositiva a los festivales de música contemporánea en el estado de Guanajuato”, así definió al festival Emmanuel Ontiveros, su director.

Sin más preámbulos subieron a los foros agrupaciones como el “Ensamble A Tempo” de la ciudad de León y dirigido por Enrique Eskeda, que estrenó en este evento piezas como “Veladura” y “Estudios Espectrales III”, además temas de su autoría que ya habían sido presentadas en otras ciudades.

Las obras fueron de los compositores Adalberto Tovar, Enrique Eskeda, Omar Ernesto Guzmán Fraire, Graciela Muñoz Farida, Víctor Taboada, Andrés Gutiérrez Martínez, Teresa Claudia Martínez y Edgar Guzmán.

También se presentaron músicos como el pianista Rodolfo Ponce Montero, quien brindó un homenaje al reconocido compositor mexicano Héctor Quintanar, uno de los primeros en integrar técnicas electroacústicas a sus obras y quien falleció en octubre pasado.

Quintanar fue director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) y de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (Ofunam), entre otros.

La también pianista Ana Cervantes resaltó la importancia de transmitir el conocimiento musical de una generación a la otra, y evocó a Carl Philipp Emanuel Bach, de quien dijo fue uno de los grandes visionarios de todos los tiempos, y a su padre, el maestro Johann Sebastian Bach, ambos nacidos en marzo, el mes de la primavera.

Así la pianista rindió un reconocimiento a estos grandes genios imaginativos, del primero “De la sonata en re menor, W57/4”, y del segundo “De la suite francesa en do menor”; además de “Ecos del Llano”, tema que Ramón Montes de Oca escribió para ella.

El percusionista Iván Manzanilla hizo lo propio de la mano de su similar Ricardo Durán Barney, quienes fusionaron los ecos de una percusión poco tradicional y los sonidos lineales de la electrónica.

Andrés Gutiérrez llevó de menos a más al público con su electroacústica y peculiar manera de presentar a los sentidos su obra “Staub” (polvo), sonidos que dieron paso a imágenes mentales.

Respaldado con videos e imágenes proyectadas sobre una pantalla, el pianista Jacobo Cerda exhibió las purezas del sonido que llevan al sonido puro, los sonidos y acordes así como la transformación sonora.

Fue su tema “Quetzal”, que como el título indica, el que impactó a los presentes donde fue precisamente la transformación audiovisual se proyectó con imágenes de un ave en pleno vuelo y realzada de vívidos colores.

El alto impacto llegó cuando el brasileño André Damião desarrolló todo un performance audiovisual a partir de los datos de un software, que, gradualmente, se multiplicaron y controlaron el sonido, y que a la vez exhibían de alguna manera la forma de componer música haciendo del hardware su instrumento.

Uno de los estrenos absolutos de este festival, obra de Emmanuel Ontiveros e interpretado por el guitarrista guanajuatense Carlos Antonio Arreguín González, fue el tema “Doppler II”, con el cual el músico hizo gala de sus habilidades en la guitarra acústica, no sólo con las cuerdas, sino con todo el cuerpo del instrumento, la cual sacó el más escondido de sus ecos para que se ligaran al fondo electro que en consola controlaba Ontiveros.

Jorge David García mostró lo experimental del arte con “Códigos Obsesos”: sólo bastó un megáfono y una rústica partitura sobre el piso del escenario para mostrar lo que llamó un proyecto colaborativo centrado en la exploración sonora, que se conforma de una serie indeterminada de remezclas que se amplifican, retroalimentan y distorsionan entre sí.

El Festival WhiteNoise.Fest [ ex nihilo ] bajó el telón en el Cabaret Voltaire, con los artistas Graciela Muñoz Farida, el grupo Rorschach_3.1, el compositor multimedia André Damião, el Colectivo WhiteNoise, Urdrone y Capital Voltage.

Esta eléctrica aventura promete volver a suelo guanajuatense: “Habrá más cosas pero no sé cuando”, reveló su creador Emmanuel Ontiveros, quien agradeció la colaboración de Paúl León, Ricardo Durán Barney, Karenina Romez, Hugo Alegría, Michael Wright, Ashley Bell, y del director del Departamento de Música de la UG, Arturo Pérez López.

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