NOGALES.- A estos weyes de la patrulla fronteriza ya les gustó eso de andares quebrando a morritos mexicanos desde la frontera.

Y es que a un carnalillo de 16 años, identificado como José Antonio, nomás ocho balazos le dieron. Aparentemente el chavo, en compañía de otros, había metido paquetes de la risueña a los Estados Unidos partiendo de Nogales.

Se supone que fueron descubiertos y se internaron en territorio azteca y desde ahí se dice que le tiraron piedras a los fronterizos.

Los gringos respondieron a balazos y mataron al chavo. Como siempre en estos casos, no hay nombre del pasado de lanza y mucho menos información sobre si se encuentra en el torito.