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¿QUÉ HAY DEL RECORD STORE DAY EN NUESTRA CIUDAD? (SEGUNDA PARTE).

(esta es la continuación de una crónica, si te encuentras por aquí sin haber leído la primera parte da click aquí para encontrarla)

 

Decido abandonar Melomanía algo corto de tiempo, puesto que me faltan 2 tiendas de las cuales una tengo más o menos una noción de dónde está y la otra no (segundo error de mi vida: no indagar direcciones). Tomo de nuevo el camión y en esta ocasión el flujo de la gente es demasiado, por lo que termino aplastado en la esquina de la zona para gente de capacidades diferentes. Mientras estoy aplastado por la ventana, el calor prosigue y las nubes siguen negras, y me pongo a vacilar con mi mente.

Más que pensar dónde carajos están dichas tiendas, me pongo a pensar en cómo le estará yendo a Vinilia, una tienda de Celaya que “intenté” cubrir el año pasado. Conseguí entrevistar a su dueño Emilio Garza y obtener video sobre el lugar, el único con sello del RSD en el estado, pero por azares del destino todo mi material se perdió y nunca fue editado. Emilio es sin lugar a dudas un buen sujeto, amable y que me apena no haber podido presentar, quizás un día de estos vuelva y le pida una disculpa, quién sabe si termine aceptándolas o me mande al carajo.

Y mientras pienso esto un empujón me hace regresar a la realidad y noto que hay una señora en silla de ruedas esperando a que mueva mi trasero, ya que el espacio que estoy usando ahora requiere de sus intenciones reales, esto me sirve para de una vez moverme y salir del camión, en medio de miradas de poca simpatía y quizás denuncia social, no lo sé, yo lo hubiera hecho.

La única referencia que tengo de Soul Limbo es que se encuentra cerca del mercado de La República. Está en una zona de la ciudad que siempre me ha llamado la atención, al igual que plaza Insurgentes si la vez de una perspectiva parece abandonada, pero a un nivel de cuadras, no de plaza. Pasas y muchos de los establecimientos están cerrados y aglomerados en edificios en forma de curva con habitaciones arriba (habitaciones que por cierto cuelgan su ropa en los barandales del palco de sus complejos). Debo decir que yo tengo paranoia a la hora de caminar sólo pero siempre he tenido una fascinación por ver estos lugares. El único recuerdo que tengo del Mercado La República era cuando acompañaba a mi padre a comprar los uniformes escolares con un señor repleto de verrugas, así que esperaba encontrar dicha tienda pero desgraciadamente el único referencial de la ciudad está extinto.

En su lugar noto un aroma peculiar de mariscos, agua sucia y tacos, con el movimiento loco del mercado llegando a su fin mientras muy pocos establecimientos permanecen abierto, buscando la tienda pero más maravillado por la interacción social camino apreciando el aroma que en extremas situaciones puede ser nauseabundo, sin embargo no se puede negar que es tan extraño y que te rememora a esos días de mercado cuando eras niño.

No tardo mucho en encontrar la tienda basado en el sonido que mientras más camino, más fuerte se hace. Soul Limbo es un lugar pequeño en apariencia, si apenas parece ser un cuarto. Espero mientras el dueño termina de tomarle fotos con orgullo a los dos Dj’s que fueron a mezclar música el día de hoy: hasta el momento no hay clientes.

Al terminar las fotos, se presenta el dueño, su nombre es Ulises Segoviano y me invita a pasar para dar la entrevista. Los Dj’s continúan con su sesión y pasamos a un cuarto trasero del local. Y llega.

Hay dos aromas, el primero es la solución de la pregunta que Ulises me hace ¿tienes hambre? y puedo percibir el penetrante aroma del pepino en una cazuela que parece tener aguachile. le digo que no, muchas gracias mientras me asombro por el segundo aroma: a disco viejo, y es que el cuarto del tamaño de una cochera está repleto de viniles. Ahora, no sé qué piensan de ese aroma a viejo, mucha gente menciona que es un hongo y puede ser dañino o molesto, para mí el aroma a viejo representa un sin fin de historias con el material que exhume esa peste: aventuras, sensaciones, y vivencias escondidas en cada material que del piso forman torres enormes de material sonoro.

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Ahí podemos apreciar el Aguachile…

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Y la legión sonora.

Sólo puedo decir: “wow” mientras Ulises consigue dos sillas para realizar la entrevista, nos sentamos en esta caverna y comenzamos la entrevista:

Deus: ¿Cómo ha estado el día?

Ulises: Pues es la primera vez que lo hacemos más en forma,  en otras ocasiones no lo anunciamos tanto…

D:La primera vez fue el año pasado…

U: Así es, esa ves pusimos un 20% en el catálogo pero como que no se animan tanto a venir.

D: ¿Cuantos años tienes?

U: 29 años

D: ¿Y cómo se te ocurre tener una tienda de discos?

Hace 7 años, un amigo, hermano, es más, es uno de los djs que están aquí, me dijo que los viniles tenían mejor sonido que otro formato, y tenía unos amigos que tenían un café que se llamaba la chispa ahí tenían antigüedades y te encontrabas con estos discos, estas dos experiencias me hicieron ver de otra forma el formato, porque sí es totalmente diferente a la música digital; yo comencé a juntar discos en tianguis y a preguntarle a conocidos si tenían discos que ya no querían, lo máximo fue cuando en dicha búsqueda escuché de un doctor que se dedicaba a comprar discos, tenía 20, 000 discos…

D: Su colección…

U: No tanto colección, acumulaba, de hecho daba consultas y medicinas a cambio de discos…

D: ¿Entones tenía un problema?

U: Sí, era una especie de comprador compulsivo. Cuando yo llegué a saber de él y encontrar su consultorio tenía un año de fallecido y pues contactando a su hija nos vendió la colección. Llegué a vender más en forma porque llegué a tener tantos viniles que buscaba cambiar los que no quería, en ese tiempo me consideraba coleccionistas pero pues quedé pobre frente a la gente con patologías (risas), vi que era un producto emergente y es una manera real de coleccionar música. Esto es palpable y siempre va a ser tuyo, es como un libro, si lo tienes en digital lo tienes y está chido pero nada más, es como si tuvieras el quijote primera edición en virtual, tu necesidad de coleccionismo no se sacia.

D: Es la idea romantizada de los objetos.

U: Ándale.

D: ¿Qué estudiaste?

U: Mercadotecnia hace 6 años y creo que fue parte de lo que decidí dedicarme a tiempo completo, me llena conocer música y estar en el medio de dj’s , melómanos y músicos, me gusta mucho y llegó un momento en el que ví que podía darme para vivir. Es lo que me da de comer.

D: ¿Cómo ves la situación en León a comparación de otras ciudades?

U: El D.F por su densidad tendrá gente de todo tipo y tienen un chingo que salen hacia la tienda y consumen, tiene mucho que ver que es una ciudad cosmopolita y por ende tiene más demanda el disco, aquí en León me atrevería a decir que hay una apatía, que a la gente le gusta pero nunca han venido a comprar, que ni conocen la tienda, es como pues, no sé a qué se deba…

D: Probablemente se deba a la apatía, es como los cómics, siempre me preguntan wey dónde los venden, y es de “no mames….

U: En todas partes (risas), pero pues no toda la gente es apática y debo decir que hay un crecimiento, y más importante: es una moda. Seguro, los verdaderos coleccionistas lo siguen y seguirán haciendo haciendo y de hecho en otros países no es algo nuevo, el vinilo desapareció en México. Pero me hace pensar de que ellos estaban conscientes de que el vinilo iba a regresar, por eso a veces salen discos cerrados de los 50’s creo que todavía no alcanzan los millones pero sí los miles

D: Pues tu cantidad de discos es… a falta de otra descrpición, es un insulto (risas) ¿te gusta escuchar todo esto?

U: Sí me gusta escuchar de todo, pero decir eso es atrevido, hay música que nunca hemos podido escuchar, como la música que desaparece en áfrica, en salvador y en Guatemala, o por las malas condiciones de la música. Sí me gusta la diversidad, desde rock prog hasta latin funk o trip hop, o rap.

D: Soy bien jodón y me encanta saber los gustos de la gente 5 discos esenciales según Ulises.

U: Es bien difícil, ahorita que se me ocurren, puede ser el Ah Hum de Charles Mingus de principio a fin es excelente, más contemporáneo me gusta el segundo de The Budos Band, es etio jazz funk (se queda pensando) ….podría ser…. un disco de ska, de una banda de Riverside, The Debonaires, ehm…. El…. Tanta cosa que tiene uno y de repente no viene… ¡ya! el Soul Impressions de Janko Nilovick y el disco de Tino Contreras, jazzista mexicano. Nada de techno ni rap.

D: Puro funk (risas).

U: Lo que más me gusta es el jazz clásico, hay cosas que salen modernas y son verdaderas evoluciones, en el funk evolucionó a la disco y algo que desagrado son los Bee Gees.

D: ¿Odias a los Bee Gees?

U: Sí por los falsetos, es de no mames quita a los Bee Gees, prefiero a El Recodo.

D: ¿Por qué no están inscritos?

U: ¿Cómo?

D: Si te metes a la página no aparece ninguna de León.

U: Oh, pues porque yo no sabía, pensé que era como el buen fin y pues tú sabes uno piensa que es como nada más pones tu anuncio, hasta ahorita me entero (risas).

D: ¿Sí sabías del material exclusivo?

U: Sí, que se reeditan o sacan nuevas ediciones

D: ¿Cómo es la venta de tu catálogo? ¿podrías conseguir estos discos?

U: Hay cosas que analizo bajo demanda y conozco sectores y subculturas que demandan cierta música, entonces sí los pido pero sinceramente no lo hago muy seguido porque de uno usado saco más ganancia, a veces muchísimo más porque no los puedo valuar. Pedir implica una inversión más grande y la ganancia es mínima y es irregular porque se te puede quedar, los bajas de precio para no perder tanto dinero, por eso, invertir tanto dinero no es lo que se nos ha dado, pensamos a futuro tener una tienda con variedad y novedad. Sí he podido ver en los 5 años que he estado viendo otras tiendas y veo posible una red de distribución con la gente que he conocido. Se combina con que en sí no tengo tanto público, pero si viera una participación de la gente el paso sería lógico.

D: Estuviste en estéticas de rock ¿cómo ves a las otras tiendas de la ciudad?

U: Yo los conozco desde que empecé, yo no tenía una tienda física y a “Gus” le llevaba discos y se me hacía chido que tuviese una tienda, pero una vez tuvimos una diferencia que me hizo querer tener una tienda de discos. En España vi tiendas que eran bonitas y no eran ostentosas, abrió mi panorama el viajar y ver que no era tan difícil: sí es tu negocio y te apasiona pues ¿qué esperas? A Gustavo lo conozco y de hecho ayer le compre un disco, me gusta esa parte, si me va bien a mí por qué no les debería ir bien a ellos, platicamos y cambiamos, al final de cuentas, siempre se me quedó claro lo que me dijo un amigo: para todos hay, de hecho la competencia te hace mejorar. Son cuates pero ciertamente me llevo mejor con otros.

D:¿Cómo ves el panorama de nuestra ciudad a futuro?

U: No sé, no…

D: Porque aparte ¿tu zona te ayuda? estás algo escondido.

Fíjate que sí, pero como me enfoco al comercio y a la venta electronica no me distrae tanto la gente que de pronto pasa, aparte por el espacio no buscaba algo tan pequeño, la renta me sale accesible y la verdad le metimos al local, porque cuando llegamos el piso estaba negro de aceite, era un taller mecánico y le metimos mucha inversión: poner muro falso y pintar. me lo dejaron barato por la necesidad de manteminiemto. Sé que está esconcido pero mis clientes y a los que les interesan vienen todos los camiones traen al centro…

D: Como roma (risas) ¿qué piensas de la música digital?

U: Hay discos que no se vuelven a reeditar, no es que consuma en digital porque no compro…

D: Puro Torrent…

U: Ándale, usaba ese el emule, el kazaa el limeware, bajabas discos completos y hubo discos que no se distribuyeron en México y si los encuentro los bajo; lo que me gusta pues lo compro, lo bajo en pirata y si me gusta lo compro por eso me gusta la piratería de cierta forma porque pues no soy recto, seamos honestos las disqueras son los que tienen el varo, es el aprecio lo que me hace buscar el disco, además me preocupa la sustentabilidad.

D: ¿No sientes que las nuevas generaciones como que no indagan?

U: Claro, lo que pasa es que nosotros fuimos intermedio, ahora internet como toda la información está ahí hay más apatía, había mayor aprecio al intelecto antes porque no había distractores y escuchabas las cosas porque las apreciabas, tenías un disco y ya. Ahoritas pones tu ipod en shuffle y te aburre o a veces no lo reconoces, es como cuando hay demasiada luz: te ciega.

D: ¿Qué deberíamos hacer?

U: Pues prestar más atención. Al final de cuentas es natural eso, siempre pensamos que las próximas generaciones valen gorro eso no es real porque si así fuera ya no estaríamos vivos, además eso de saber es relativo ¿qué es saber? Einstein decía eso todos somos ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. Antes sí era muy intolerante, si no te gustaba eso eras un idiota.  Pero pues creces, te das cuentas de que no ganas nada siendo así. La gente te pide sus gustos, no los tuyos si los satisfaces qué mejor, encima del logro hay dinero (risas). Una vez tuve un pleito con una persona porque me decía que si no me daba coraje venderle discos a los idiotas y le respondí “¿a qué te refieres?” me decía que sus consumidores estaban bien pendejos a pesar de que piden películas chidas, en ese tiempo no se qué contestarle pero me sacó de onda ¿Cómo puedes pensar así de tus clientes? si los tratas así, sí con todos eres igual. Pero no se trata de eso, si sigues así caes en el snobismo, todos aprendemos, no sabíamos los sonidos y ni siquiera sabíamos qué era un bajo decías, ¿qué no es otra guitarra? (risas), debemos ser tolerantes qué hueva que todo mundo compartiera los mismos gustos por eso hay matices individuales es lo interesante de todo el arte ya no sólo de la música.

Termino la entrevista y más que ansioso me pongo a indagar sobre qué títulos tiene en la tienda. Ulises me acompaña y me muestra su especie de categorización la cual es especie porque en sus palabras “tendría que estar dos años catalogando para que estuviera bien”, no importa, Soul Limbo sorprende por las pilas de discos que cuenta en su haber.

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Aquí la gente asistió a amenizar el evento y atender a quien quisiera ir, jamás en obligación.

Medio indago porque acepto la invitación de Ulises de una cerveza y nos quedamos platicando de todo: cómics, tortillas, drogas, Ennio Morricone; han pasado las horas y las nubes grises le dan paso a un cielo apenas moteado de estrellas, satisfecho con mi trabajo me retiro no sin antes agradecerles a los DJ’s y a Ulises por su atención, que están a punto de cerrar. En todo ese rato que estuve no se acercó un alma. sólo hasta el final que llegaron unos incautos con una ligera tardanza, no importa. Ulises mantiene una actitud positiva a su catálogo, y a su clientela.

Me retiro a mi hogar que no me queda lejos y me asegura tener discos del maestro Morricone en la tienda, que los buscará para que un día pase a checarlos “estaría genial” es lo que digo antes de retirarme. Y camino a mi hogar, cuando la noche ya está en su punto donde los bares del centro de aglomeran de gente dispuesta a saciar su calor con cerveza.

Puedo percibir que el RSD es una celebración apenas en pañales, pero no por ello inexistente en la ciudad, es la labor de personas como Gustavo y Ulises lo que me hacen pensar en que sí… quizás en unos años este día sea más grande. El tiempo lo dirá. Pero hey, al menos ya no tengo esa cara larga.

 

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