Por Adolfo Enríquez Vanderkam

Miguel Márquez Márquez ya tiene definido a su favorito para sucederlo en la gubernatura y se trata de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, quien a semejanza brincaría de la electorera Secretaría de Desarrollo Social y Humano a Palacio de Paseo de la Presa.

Las cartas ya están echadas y con un presupuesto histórico, el joven Diego Sinhué está en plena campaña y varios panistas ya le dan trato y deferencia como el elegido. Según los planes del gobernador, quien no quiere correr riesgos, la postulación del candidato del PAN a gobernador se haría por designación, pues en una contienda interna tienen como contrincante al senador Fernando Torres Graciano, a quien nadie puede negarle una gran fuerza entre la militancia e importantes amarres con líderes de peso, que si bien no le aseguran un triunfo dentro de Acción Nacional, su derrota frente al aparato gubernamental podría significar una fractura mortal para el partido.

El senador Torres Graciano devora sin masticar a Diego Sinhué, políticamente hablando, pero el Secretario de Desarrollo Social tiene a su favor recursos ilimitados y aunque no tiene operadores de alta eficiencia, los puede suplir con el poder que da la nómina y una gran chequera.

Por el momento si algo le puede estorbar y ser incómodo a Diego Sinhué es su papá, Javier Rodríguez Moctezuma, quien ha logrado cosechar muchos adversarios irreconciliables y que por ese motivo no están dispuestos apoyar el proyecto de su hijo. Otra cosa que tal vez pueda brincarle, será cuando se sepa que toda la familia Rodríguez está en la nómina y con buenos sueldos, lo que sus adversarios le recriminarán en su momento.

Por otra parte está el senador y la vieja nomenclatura, que piden se cumpla el “acuerdo” de que sea Torres Graciano el elegido, pero a lo que Márquez Márquez no está dispuesto. Y es que para el senador es ahora o nunca, está en su mejor momento para aspirar al máximo cargo del estado y su lugar natural para brincar es exclusivamente la gubernatura, porque otro cargo sería descender en su trayectoria.

Luego entonces viene la pregunta clave ¿Cederá el gobernador o habrá un choque frontal entre dos grandes fuerzas al interior del PAN?

Por la rudeza que ha mostrado el gobernador para imponer sus ideas y a su gente, lo más probable es que haga hasta lo imposible por acordar con el CEN del PAN que sea Diego Sinhué el candidato y como es notorio, no hay un regalo de consolación lo suficientemente grande para Torres Graciano, pues de ser senador a bajarse y buscar una diputación es a todas luces una derrota. ¿Qué hará entonces el senador si no consigue ser candidato? ¿Estará dispuesto hacerse a un lado? Esa disyuntiva abre muchas expectativas, pues si Torres Graciano no aprovecha ahora, para el 2024 sus posibilidades serán nulas.

Hay dos grandes polos. Algo parecido pasó en Jalisco, donde por problemas internos varios panistas se fueron a Movimiento Ciudadano, que prácticamente gobierna las ciudades más importantes de ese estado. ¿Eso podría pasar si Torres Graciano decide oponerse a la voluntad de Márquez Márquez e irse como independiente? ¿Torres Graciano bajará la cabeza y se disciplinará? ¿Cómo mantener al PAN unido si solo hay un espacio para ser candidato y dos gallos dispuestos a morir en el intento?

Miguel Márquez Márquez lo único que pretende es blindarse por lo de los terrenos de Toyota, el Programa Escudo, las medicinas del Seguro Popular, lo de las tablet´s, uniformes y mochilas y parece que Diego Sinhué le garantiza un “retiro tranquilo” ¿Fernando Torres Graciano no le da esa certeza al gobernador? ¿Cómo resolver tan entramado dilema sin herir susceptibilidades? Falta poco por saberlo. Como en política nada está escrito y no hay partidos de oposición en Guanajuato con posibilidades reales para figurar en el 2018, lo más interesante de la próxima contienda electoral será lo que suceda en el PAN, y de ahí puede resultar hasta lo inimaginable.

Adolfo Enríquez Vanderkam
Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.