Por: Diego Álvarez. Sorpresota nos dio Laura Sánchez en Londres 2012, al colgarse la medalla de bronce en su especialidad: trampolín de tres metros.

La medalla sabe mejor porque no estaba presupuestada, incluso un día antes, Laura había dicho que si quedaba en sexto lugar para ella estaba chido.

Las chinas, que arrasan con todos los oros, nadamás dejaron el bronce al resto de las competidores, y la leonesa (por adopción) que se lo apaña con una gran actuación.

El final de la competencia estuvo cardiaco, pues todo se definió en el último clavado y apenas con 20 décimas superó a la italiana Tania Cagnotto que irónicamente se quedó como el chinito “nomás milando” el podio. Laura sumó 326.40 por 326.20 de la europea.

Laura es la única medallista olímpica mexicana en clavados individual y con esa medalla México tiene ya cinco en la cosecha. Tres de plata y dos bronces.

Después de la competencia, la clavadista mexicana confesó que todavía está batallando con una lesión en los hombros, así que el mérito de la medalla es menor.

Pues los 200 clavados que se avienta diario en cada entrenamiento, ya le rindieron fruto y éste es el mayor éxito de su carrera.

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