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LA “TORCIDA” CONQUISTA DE “SISTER” EN MÉXICO

CIUDAD DE MÉXICO, GTO.- Como todo en esta vida, hay que cavar hondo para encontrar una o dos joyas.

En el Corona Hell & Heaven 2016 tuvo que cavarse muy hondo entre terrenos pantanosos malolientes (literal) para poder encontrar estas joyas.

No fue nada fácil; quienes viajan del interior de la República hacia la Ciudad de México normalmente tienen que lidiar con varias aspectos que ponen a prueba su amor por el rock and roll.

Estos especímenes viajeros normalmente llegan a su punto de partida crudos.

Como no son muy asiduos a la planeación, también llegan sin chelas y sin la más remota idea sobre si el paquete de viaje las incluye.

Aunado a este estrés, enfrentan un trayecto incierto sobre la selección de música, lo cual puede convertirse en un auténtico viacrucis si esta se encuentra a cargo del chofer.

Luego de pasar X horas de viaje en algunos de los asientos más incómodos de la historia y de los más indescriptibles olores sépticos del planeta, los rockers llegan a su destino, donde les esperan 12 horas de resistencia en esa búsqueda natural para encontrar un pedacito verdaderamente significativo de la historia del rock en el mundo.

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Sin menospreciar a las casi 60 bandas que tocaron este sábado en el Autódromo Hermanos Rodríguez, muchas de ellas utilizando el ya tierno recurso de la voz gutural para ocultar sus deficiencias musicales, esas joyas resplandecieron entre las 9 y 11 de la noche en el Alternative Stage y en el Heaven Stage con dos bandas menudamente longevas.

En el Alternative Satage, uno de los dos escenarios chicos del festival, se presentó Suicidal Tendencies.

Parecía hasta cierto punto un concierto mediano, de trámite, pero no. Dave Lombardo, la legendaria leyenda del Trash tras el doble bombo de Slayer, estaba ahora respaldando a Mike Muir y compañía.

La precisión, la calidad, la experiencia y la propuesta aún fresca de Suicidal Tendencies representaron a las 9 de la noche un auténtico respiro para la monotonía Europea que había tomado posesión de los cuatro reinos.

Suicidal Tendencies se encargó de recordarle a la banda que está bien divertirse con actitud, permitiendo que los fans subieran al escenario a echar desmadre.

Incluido Lombardo, a quien se le percibió fresco, alivianado y desquiciadamente exacto en sus embates.

Ahí, sobre esa tarima, el rock asomaba parte de su hundido rostro. Sacaba apenas la punta de la nariz… estaba, por fin, respirando.

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Y así llegamos a las 9 de la noche al Cielo, donde Twisted “Fucking” Sister estaba a punto de hacer historia en México y, paradójicamente, al mismo tiempo cerrando la suya, para siempre.

La banda de hard rock glam que comenzó su carrera en 1976 cerraba su ciclo en México tras 40 años de existencia.

Este adiós es definitivo, dijo Dee Snider en el micrófono. Después… vino la cátedra con rolas como “What you don´t Know”, “The kids are back”, “burning hell”, “Destroyer” y “You can´t stop rock and roll”.

Twisted “Fucking” Sister salió a matar con una alineación más que peculiar y perfecta para el ánimo mexicano.

Lo digo porque entre sus filas se encuentran Mark Mendoza (Bajo) y Eddie Ojeda (Guitarra), quienes sirvieron de pie para que Dee Snider (vocalista) se solidarizara con los mexicanos lanzando un “¡Fuck Donlad Trump!”.

Además, tras décadas de vejaciones, Dee Snider informó a la banda mexicana que sabía que le habían cambiado la letra a “We´re not gana take it” por “huevos con aceite”, e hizo que todos, tooooooodos… la cantaran.

Twisted

Después vino “The Price” una de las rolas más emotivas de la noche, en la que se recordó la muerte de algunas de las personalidades más importantes del Rock Mundial, como Lemmy Kilmister (Mötorhead) Jimmy Bain (Dio) y el propio baterista histórico de Twisted Sister A.J Pero, lo que nos lleva directamente al plus más importante de la noche.

Cubriendo la salida de una de las más importantes bandas de la historia, atrás, en los tambores, el refuerzo de lujo se divertía como niño.

Estamos hablando del fundador de Dream Theater y uno de los mejores bateristas del planeta, Mike Portnoy, quien en todo momento se mantuvo en línea y guardó para otros momentos todo el potencial que le caracteriza.

Twisted 2

La respuesta a la pregunta sobre el por qué demonios es necesario esforzarse por seguir viviendo con estilo y actitud vino con “I wanna rock”.

La bandera del rock, al fin, había sido tomada y ondeada con orgullo, sin tibieza y con autoridad.

Por cierto, el festival fue cerrado por Rammstein, una banda de la que no hay mucho que decir; sobre todo cuando, al igual que miles, la escuchas mientras te diriges a la salida y aprovechas las ofertas ambulantes.

https://youtu.be/C9PHK0KSQNQ

 

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