Recuerdo muchos maratones que veía en el ahora lastimero Canal 5, un canal que por mucho tiempo acobijó a varias generaciones de mexicanos que omitían sus tareas para embelesarse con su programación. Además de caricaturas lo que tenía -y lo que más me fascinaba- eran películas. Y Canal 5 fue mi primera apertura a un mundo cinematográfico estúpido, violento, y sensual que si bien mis padres no me lo negaron, tampoco es como si me permitiesen ir al cine a ver la nueva entrega de los tantos asesinos que pasaban por el canal.

Lo que más disfrutaba eran los maratones que se hacían los sábados títulados Trilogía de canal 5. Esta triada que no se respetaba porque solían pasar hasta 5 películas era temática, y una de las que más recuerdo haber visto en varias ocasiones era la de monstruos sin control.

Resulta curioso pensar que en ese maratón, Canal 5 pusiera frente a frente a Gremlins (Joe Dante, 1984) Critters, siendo que la segunda desprecia que se le asocie con la película del 84.

Hay una alerta en una prisión espacial, pues un grupo de Critters acaban de matar dos guardias y escaparon en una nave. Los extraterrestres encargados de la prisión contrata a dos caza recompenzas para que entreguen a las criaturas o las exterminen. Mientras tanto, en Kansas conocemos a la familia de Brad Brown (Scott Grimes), quienes viven en una granja alejada de la demás civilización. Los Brown son como una familia cualquiera, tranquila y que sufre de la etapa en la que tu hija es adolescente y molesta. Un día en el que Brad está castigado ve cómo cae un meteorito, y junto a su padre, va a investigar. Lo que encuentra no son los restos de una piedra sino de la nave que contiene a los Critters, y estos no son para nada amigables.

Son tan desalmados que arruinan torneos locales de boliche.

Son tan desalmados que arruinan torneos locales de boliche.

Critters es una película sin pretensiones, que además de aprovechar el “boom” del resurgimiento del “creature feature” también es un homenaje a la ciencia ficción del pasado, de esas películas serie b sobre invasiones que ya hemos analizado este año. Es una película que se vuelve con potencial, pues la idea de que existan caza recompensas del espacio exterior tan mortales y que buscan a unas bolas de pelos con dientes, es comedia que se escribe por sí sola.

Y realmente no busca más, si a lo mucho burlarse de otras franquicias con las que de seguro va a ser comparada.

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Como comerse a E.T.

Los Critters son criaturas peculiares, similares a un demonio de tasmania, con una inteligencia lo suficiente como para poder navegar por el espacio y un hambre insaciable… además de ser bastante molestos con su veneno, y hablan entre francés y japonés… algo así como un protominion. Los monstruos fueron creados por los Hermanos Chiodo, aquel dúo que nos trajo la inolvidable “Payasos asesinos del espacio exterior” (1988). Su diseño es bien logrado, a pesar de la falta de presupuesto los seres se mueven con facilidad y son bastante expresivos.

El problema radica en que la luz de la película es horrenda.En contadas ocasiones la luz deja percibir el diseño de los Critters, porque la costumbre dictamina ver a los actores gritarles a algunas cosas entre las sombras de una película repleta de azul. Y sé que no existe excusa alguna porque, usando como referencia a su película enemiga, Gremlins transcurre de noche y podemos ver con lujo de detalle a los monstruos.

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Ahora que lo pienso, es una adaptación no oficial de la secuela de E.T

Brad Brown sería el enemigo de los bichos durante dos películas, y la interpretación que hace Scott Grimes es atinada. Es lo que un niño debería de ser: molesto, no quiere ir a la escuela y reacciona de manera natural y convincente ante el ataque de los critters. Y creo que es  de los pocos pelirrojos que son protagonistas en una película.

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¿Por qué ese odio a los de pelo rojizo Hollywood?

Dee Wallace nació para siempre ser “madre preocupada de los niños de los ’80” pero no había una mejor para este tipo de papeles. Pero el más representativo de la franquicia sería no el niño, sino el perdedor del pueblo. Charlie Mcfadden sería el némesis/mecánico de los extraterrestres y es bastante agradable, tiene un rostro horrendo y una suerte del carajo pero eso no lo hace mala persona, es el únido amigo de Brad al parecer y se asocia con los cazadores los cuales terminaría dirigiendo en posteriores entregas y Don Keith Opper siempre fue consistente en este personaje, el más notorio de su carrera y por el que los fanáticos lo recuerdan.

Uno de los caza recompensas toma la forma de un cantante de hair metal, el cual canta el tema de la película y al parecer debe de ser la única canción que pudieron pagar, pues la escuchas 4 veces en poco tiempo.

Uno de los caza recompensas toma la forma de un cantante de hair metal, el cual canta el tema de la película y al parecer debe de ser la única canción que pudieron pagar, pues la escuchas 4 veces en poco tiempo… así que espero que te guste “Power of the night”.

 

Oh, a quién engaño, a nadie le gusta “Power of the night”.

Critters fue una película que casi nunca vi. Su tono azulado me desesperaba y en realidad siento que la franquicia llegó a su potencial con la segunda parte que recuerdo que era la que me hacía meterme a la casa, porque antes de su comienzo lo que hacíamos mi hermano y unos primos que ocasionalmente asistían a nuestros maratones era a jugar a que estas cosas invadían la casa.

Sé que no es el mejor de los legados el que una película me haya puesto a jugar en su posible universo y no que me haya puesto a verla, pero esa era mi situación con una franquicia que no hizo mucho ruido en la historia, pero tiene su grupo de fanáticos que siguen pensando en ella como una película nostálgica de una época en la que las películas para los niños tenían bolas, dientes, y chistes malos.

 

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