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GRINGOS AGUAFIESTAS

Por: Diego Álvarez. Guanajuato, Gto.- La fiesta de los medallistas olímpicos mexicanos se agüito en el estadio Azteca, debido a que el Tricolor perdió 1-0 ante los “gringos” en partido amistoso.

Ésta derrota caló hasta donde no pega el sol, porque es la primera vez que los vecinos del norte ganan en el estadio Azteca, y además porque la única oportunidad de gol que tuvieron se la clavaron a “Pacomemo” Ochoa.

México tuvo el balón, las llegadas de peligro, las porras de la afición, pero ni el “Chicharito”, ni De Nigris, ni Guardado pudieron enchilarse a los gabachos, que jugaron con dos tres elementos que juegan en la Liga MX.

Los que salieron enchilados fueron gran parte del respetable “irrespetuoso”, que al final del encuentro mandaron su respectiva mentada de “máuser” a los tricolores y de rebote a los gringos, que festejaron el triunfo al centro del medio campo.

El veterano portero estadounidense, Tim Howard, prácticamente bajó la cortina, pues en varias ocasiones evitó el gol, sobre todo con llegadas de Javier Hernández, que no más no salió en su noche.

Parecía cuestión de minutos para que cayera el gol del Tricolor, y cayó, pero en su portería; el que juega en el San Luis, Michael Orozco, fue el encargado de nomás meter la puntita, tras el “taquito” de Terrence Boyd, y mandar el balón a las redes, esto al minuto 80.

Los mexicanos se fueron con todo al frente, pero ya no alcanzó para la igualada.

 

Les aplauden las medallas

Los que se llevaron la noche fueron los medallista olímpicos.

Las reinitas Paola Espinosa, María Espinoza, Aída Román y Alejandra Orozco; así como los machines del Tri sub 23 y los clavadistas Germán Sánchez e Iván García, se quedaron pasmados y sin palabras cuando los pasaron al centro de la cancha.

La pirotécnia, los aplausos del respetable, los flashes de las cámaras, los hicieron emocionarse casi hasta las lágrimas. Se les notaba. Nomás volteaban a todos lados con cada estruendo, como si hubieran aterrizado de un viajezote a otro planeta. Merecido el reconocimiento, aunque un poquito desorganizado, y un lástima que no hayan estado todos los que apañaron medalla.

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