El exprocurador general de la República Mexicana, Jesús Murillo Karam, salió del penal de Tepepan para cumplir con prisión domiciliaria como en su momento lo imploró su hija, quien por cierto, alegó que su papá se encontraba “delicado de salud”.
Vehículos de la Guardia Nacional trasladaron a Jesús ‘N’ a su domicilio, ubicado en Lomas de Chapultepec, para que continúe su proceso legal fuera de prisión.
“Por su edad y por su estado de salud” tomaron la decisión de permitirle al exprocurador continuar con su proceso legal desde casa como en su momento lo hicieron con Emilio Lozoya, exdirector de Petróleo Mexicanos quien también es ligado por la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
Gabriela Murillo pidió el pasado 21 de febrero que se le concediera a su padre la medida de prisión domiciliaria. “Mi papá se entregó y lo están matando en un cuarto de 3×3 sin ventilación, en un hospital carcelario, según esto porque hay riesgo de fuga”, mencionó la señorita al periodista Ciro Gómez Leyva.
Bastaron 540 días privado de la libertad para que la salud de Karam se viniera abajo, como lo argumentó con lágrimas en los ojos su hija. “Es muy triste cómo lo tienen. Él no mandó a desaparecer a nadie. Yo no pido que lo dejen libre, sólo pido que pase este proceso en su casa, él no se merece estar como está”.
Murillo hija pidió a los jueces esta medida para su padre, de quien refirió que “a veces no se levanta de la cama, no camina, ya tiene la espalda irritada, lo siento deprimido, un día tiene la presión muy alta, él no era diabético y ya lo es, lo operaron de la carótida, está perdiendo la memoria cada día más”.
Jesús ‘N’ no portará un brazalete electrónico como suele hacerse con presos en esta condición, sin embargo, el exfuncionario sigue estas medidas cautelares para evitar que salga del país:
- Entregar su visa y pasaporte
- Tendrá prohibido comunicarse con víctimas o testigos del caso Ayotzinapa
- Estar bajo la custodia de la Guardia Nacional
- No salir de su domicilio, salvo para recibir atención médica
