GUANAJUATO, GTO.- No engañamos a nadie, dijo el gobernador Miguel Márquez en torno a las supuestas tranzas en la compraventa de tierras para la planta de Toyota en Apaseo el Grande.

Y es que el gobernador de Guanajuato, quien ya había dado por cerrado el tema de la compra de terrenos, se vio forzado a abordar nuevamente el tema, porque dos medios nacionales expusieron posibles actos de corrupción en las operaciones.

La bronca está en que una empresa intermediaria identificada como JAOS & SGB SAPI de CV,  quien sabe cómo se enteró que Toyota se iba a instalar justo en los ejidos de Caleras de Ameche y La Norita, en Apaseo el Grande, así que comenzó a comprar tierras a los ejidatarios.

Según los registros, esta empresa intermediaria compró 294 hectáreas en hasta 4 pesos el metro cuadrado, para luego vender en 161 pesos al Gobierno del estado.

Un negocio que le habría dejado una ganancia de 290 millones de pesos a la empresa constituida en Monterrey, bajo la propiedad mayoritaria de José María Garza Treviño, uno de los empresarios más importantes del País.

“Ya van varias veces que he declarado al respecto, no tengo ningún problema, lo he dicho de manera categórica y pública, se paga a 148 pesos, es parejo, ya hay expropiaciones y punto, no tengo más que hablar. Insisto, nosotros compramos parejo, si, ya transacciones privadas que se hayan generalizado, pues eso (inaudible)”.

Márquez reiteró que su gobierno cumplió con la normatividad y que se ha comprado parejo el metro cuadrado, tanto a la empresa intermediaria, como a los ejidatarios.

Aunque aquí hay un dato del precio de compra no cuadra, porque se según el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales la hectárea debería pagarse en esa zona en en 580 mil pesos y el Gobierno del Estado llegó a pagar en 1 millón 480 mil.

Pese a ello, el gobernador hizo énfasis en que no hay nada irregular en la compra de terrenos, aunque refirió que toda la información de la compraventa será pública hasta que el proceso concluya.
Actualmente están en proceso de expropiación 132 hectáreas de tierras ejidales.

Toyota  ya tomó posesión de 400 de las 607 hectáreas que requiere para echar a andar la planta, que representa una inversión de más de mil millones de pesos.