LEON
Clímax

PINK FLOYD: LIVE AT POMPEII

El acercamiento (o enamoramiento) que tuve con Pink Floyd fue, como muchos, gracias a mis padres; a través de ellos fue que conocí y me enamoré de la banda. Aún con el paso de los años, muchos de sus discos siguen siendo de mis favoritos, y dudo que esta perspectiva cambie.

Eran como nada que hubiese escuchado en ese tiempo, llenos de elementos que hacían pensar en el ambiente y en una teatralidad bastante extraña, letras que trataban sobre la alienación y la locura de nuestra sociedad… nada se compara con escuchar The Dark Side of the Moon en la comodidad de tu cama, en la noche y escuchar ese palpitar del corazón que rodea tus audífonos….es sublime.

Esta fascinación por la banda hizo que por supuesto, buscara cualquier cosa que fuese de esta: libros, críticas, playeras, cuadros y por supuesto, películas. De toda la colección de películas en las que participaron, resaltan dos en las que podría decirse que la música es la protagonista.

La primera que todo mundo reconoce se volvió un ícono de la cultura Pop: “The Wall” (Alan Parker, 1982), película que en otra ocasión tendré el gusto de escribir sobre ella. La otra incursión de Pink Floyd data de una década atrás de la mencionada película, es un documental y podemos ver su influencia en muchos de los documentales que ahora vemos de un sinnúmero de bandas en estos tiempos (la idea no es nueva, claramente uno lo nota).

Catapultando a la fama el uso de gongs

Pink Floyd: catapultando a la fama el uso de gongs desde los 70’s

Pink Floyd: Live at Pompeii, retrata un concierto de la banda realizado en el anfiteatro de la desolada Pompeya; además de las secuencias en donde la banda toca en dicho lugar, tenemos también escenas grabadas en un estudio de París y en la cafetería del legendario estudio Abbey Road.

Y ya.

Podrá parece muy simplón, pero  tiene elementos interesantes. Las secuencias musicales presentan escenas tanto de la banda tocando, así como del alrededor de la zona, una zona desolada y llena de actividad volcánica, esto se complementa de maravilla con el hecho de que Pink Floyd no toca para una audiencia, haciendo el concierto más personal, introspectivo y que nos permite interesarnos más en la interacción de la banda y los técnicos de audio, que con una audiencia.

Logrando un efecto completamente desolador y que se adecua a la banda y su  música.

Logrando un efecto completamente desolador y que se adecua a la banda y su música.

 

Menciono esto, por que en la época aparecieron filmes como “Woodstock” (Michael Wadleigh, 1970)o “El último Valz” (Martin Scorcese, 1978), donde nos sentimos parte del público; acá nos sentimos especiales por tener la oportunidad de ser testigos de un muy buen concierto,  con clásicas como Echoes (separada en 2 partes por su duración) y otros momentos donde podemos apreciar el estilo psicodélico de la banda con Be Careful with that Axe Eugene.

Aunque debo admitir que los elementos visuales no siempre son muy logrados, no consiguen esa total armonía en cuanto a imagen/música que como gran ejercicio visual impuso Fantasía (Norman Ferguson, 1940)Lo más interesante de ver (siendo un fanático de la banda) son las interacciones entre los 4 miembros: Roger, Richard, Nick y David.

Tienen momentos muy entretenidos en los que están simplemente comiendo en la cafetería del Abbey Road Studio, o las declaraciones que hace Gilmour o Roger Waters, hablando de cómo ven la publicidad, el dinero, y las drogas. Hacen que uno vea otro lado de cómo eran las cosas en un alejado 1972, y también sirve como registro el ver que en algún punto de la vida, los 4 se llevaron muy bien…nada de egos, ni peleas por títulos, por un tiempo parecían los mejores amigos del mundo.

Es una película claramente enfocada a los fanáticos de Pink Floyd, pero si nunca has tenido la oportunidad de escucharlos, o tienes una playera que dice The Wall pero ni sabes qué es eso, no me parece un mal inicio, el material audiovisual es interesante de ver, el concierto como tal es perfecto, y es una lástima que haya sido la única incursión de la Banda como tal en el cine, creo que con más experiencia y el amplio repertorio musical, nos pudieron haber volado la tapa de los sesos.

 

http://vimeo.com/9500231

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