Esos chavos malosos del crimen organizado se organizaron una noche bien prendida, incendiando gasolineras y autos en municipios cercanos a Michoacán y en la capital guanajuatense.

En la bella ciudad de los túneles quemaron un vehículo estacionado en la calle subterránea, del que terminó propagándose el fuego a otros carros.

En Yuriria, Salamanca, Moroleón y San Miguel de Allende también se mancharon contra gasolineras y coches particulares, algunos de los cuales fueron atacados con bombas Molotov, otros con el viejo sistema del chorro de gasolina y el cerillazo. Los bomberos tuvieron una noche intensa, combatiendo las llamas y evitando mayores daños y víctimas humanas.

La estación de Policía del municipio de Yuriria fue atacada a balazos, sin que se registraran lesiones físicas.

No se descarta que la ola de caos fuera una represalia por la reciente balacera entre policías federales y miembros del cartel La Familia Michoacana.