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RENDIJA POLÍTICA; LA POLICÍA DE LEÓN, PESADILLA DE LÓPEZ SANTILLANA

Por Adolfo Enríquez Vanderkam

El tema de la inseguridad en León sepulta día con día la imagen de Héctor López Santillana entre los leoneses, que ven cómo se incrementan los índices delictivos y lo peor, como sus policías, encargados de protegerlos, se ven envueltos en una terrible indisciplina que se ha traducido en violación a menores de edad y hasta asesinatos de ciudadanos por parte de los elementos que supuestamente están para cuidarlos.

¿Cuánto más seguirá cargando con esa loza el gerente de León? ¿Cuánto tiempo más seguirá López Santillana sacrificando su imagen por culpa de la Secretaría de Seguridad Pública, que no da resultados y que solo le genera delicados problemas que hacen que aumente la desconfianza y el miedo hacia los cuerpos de seguridad por parte de los leoneses? ¿Qué tiene que pasar para que el gerente reconozca que los nombramientos que hizo en la Secretaría de Seguridad Pública no son los correctos? ¿Hasta dónde está dispuesto a desprestigiar su nombre y el de su partido el PAN?

Resulta ya oficioso hablar de que los robos a casa habitación, comercios y transeúntes no disminuyen y que las ejecuciones es una constante, los números ahí están y son contundentes.

Las páginas de los principales diarios y portales de noticias han dado cuenta de la mala actuación de varios policías, unos involucrados en violaciones a menores de edad, otros que en abuso de autoridad han matado a golpes a ciudadanos y otro que con su arma mató a un joven porque se le “bajo de la patrulla”. Más ejemplos de indisciplina no se pueden. Y si esto fuera poco, el Secretario Particular de Ramírez Saldaña tiene antecedentes penales porque estando en estado de ebriedad golpeó a una menor de edad (juicio 0215/2010 3ro penal). Quien no quiera ver la realidad, es porque lo ciega el interés del cheque quincenal o por obscuros acuerdos o componendas con quien sabe quién.

López Santillana sabía perfectamente que el principal reclamo de los ciudadanos de León era y es la inseguridad y no tomó con seriedad el tema. Ni se preparó ni quiso tomar el “toro por los cuernos”, dejando todo en manos de Alvar Cabeza de Vaca, Secretario de Seguridad Pública del Estado, quien impuso a Luis Enrique Ramírez Saldaña, a Edgar Jiménez Arcadia y a Guillen Rico, y los resultados los estamos viendo: Nunca antes la policía de León había tenido tantos casos de abuso de autoridad y violación a los derechos humanos como hoy.

Y claro que la actual administración es culpable de lo que pasa, que si bien recibió una policía desmotivada y desarticulada, con la actual administración terminaron de desmembrarla.

11 comandantes dados de baja y sustituidos por elementos sin experiencia ni preparación y una capacitación de tan solo 4 meses para mandarlos a la calle. Los resultados han sido desastrosos. Ya no hay orden, ni disciplina y menos un compromiso por parte de los uniformados por “partirse la cara” en pro de los ciudadanos, pues no tienen líder que los motive ni reciben ejemplo de cómo trabajar apegados a la ley y al respeto de las garantías individuales y los derechos humanos. Reina el caos.

¿Espera López Santillana que Alvar Cabeza de Vaca lo saque del apuro y lo ayude a regresar a León una seguridad aceptable? Pues el gerente debe esperar sentado, porque el Secretario de Seguridad Pública tiene ahora el mismo problema en los 46 municipios del estado y si no puede con uno, menos con todos. ¿Apuesta López Santillana por qué los leoneses se acostumbren a vivir entre ejecutados, robos y una policía mal preparada y hasta peligrosa? Grave error, pues la exigencia por resultados por parte de la ciudadanía cada día crece más, y de seguir así las cosas, no tardan las marchas y manifestaciones ante tanto robo y violencia que se vive en la ciudad.

Los leoneses saben que el gobernador del estado Miguel Márquez Márquez impuso al gerente Héctor López Santillana. Lo que los ciudadanos no sabían es que desde Guanajuato capital iban a gobernar y administrar León, imponer funcionarios y manejar su presupuesto. López Santillana solo prestó el nombre, porque su sumisión a los designios del gobernador es vergonzosa. Por eso se le conoce como gerente y no presidente de la ciudad más importante del estado.

Los hechos ahí están y llegó el momento que López Santillana muestre un poco de carácter y sustituya funcionarios que no han dado el ancho y que no pudieron con el cargo.

Es tiempo que el gerente de León se faje y despida al Secretario de Seguridad Pública, al Director de la Policía y al Director Operativo de la Policía.

El plazo y la paciencia ciudadana se acabó, no hay excusas, llegó el momento de garantizar resultados y no los veremos con jóvenes policías de 20 años de edad y 4 meses de preparación cuidando las calles, sin políticas de prevención del delito y sin trabajo de inteligencia. León está PEOR que bajo el gobierno de Bárbara Botello Santibáñez y eso simplemente es inaceptable. León no se merece otros 3 años de mala administración.

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