Local

RENDIJA POLÍTICA; UN GOLPE DE TIMÓN, ¿POR QUÉ NO?

Por Adolfo Enríquez Vanderkam

No se pueden esperar resultados diferentes cuando se hace siempre lo mismo, cuando no se buscan nuevas alternativas o cuando ni siquiera se quieren intentar otras propuestas, otros caminos, otras vías.

En el tema de la seguridad es momento oportuno de reconocer que hay que destetarse de gobierno del estado y que la Secretaría de Seguridad Pública, la Dirección de la Policía y la Dirección Operativa de la Policía deben ser ocupadas por gente que conozca perfectamente la ciudad, que tengan trayectorias, planes, estrategias y que la tropa les reconozca liderazgo.

Dentro de la corporación hay gente con mucha experiencia y que merecen una oportunidad, nada se pierde con intentarlo, de todos modos, las cosas no pueden estar peor de lo que ahora están.

Lo que hoy existe con el gobierno del estado en materia de seguridad no es coordinación, sino subordinación, y es claro que eso no está funcionando y los incrementos en los índices delictivos así lo demuestran.

Deben regresar comandantes a encabezar las delegaciones y urge que los policías reciban incremento de sueldo, uniformes, equipo de vanguardia y una capacitación permanente por parte de impartidores calificados. Sin miedo, hay que dar un golpe de timón…el perdido va a todas.

Algo debe hacerse ya por terminar con la leonina concesión de la recolección de la basura, que representa una fuerte e injustificada carga a la tesorería del municipio.

Se debe iniciar de inmediato juicio de lesividad para intentar dejar sin efectos la concesión, además se debe emprender una demanda por daño patrimonial contra los funcionarios de la pasada administración que firmaron dicha concesión, que a todas luces es un latrocinio.

Se debe intentar porque no es posible gastar más de 220 millones por el servicio de recolección de la basura cuando antes se pagaba menos de la mitad, el servicio era diario y se separaban basura orgánica de material reciclable.

No se debe temer a las cláusulas de penalización por la revocación de la concesión, eso se puede ir a pleito muchos años y bien manejado, hasta se puede ganar. Hay que dar un golpe de timón para terminar con esa tropelía que se consumó el trienio anterior.

Es tiempo que se terminen las auditorías a la administración del “cambio tranquilo” y se finquen responsabilidades contra altos funcionarios “barbarisras” -ella incluida- para que se manden señales a la ciudadanía que no triunfará la impunidad y que quienes atenten contra los recursos que pertenecen a todos leoneses no se van a quedar tan campantes ni viviendo la gran vida con lo hurtado.

Hay que hacer justicia y buscar que se resarzan los daños causados por obras con sobre costos y malos materiales y compras con precios inflados, y también serviría para sepultar de una buena vez por todas a esos priistas que hoy con un total descaro se atreven a criticar.

Disminuir la inseguridad, revocar la concesión de la basura y mandar llamar a cuentas a exfuncionarios de la pasada administración no requieren de recursos -que todos sabemos que no los hay- pero si de voluntad y compromiso con el electorado, con la ciudad.

Si a eso le agregamos sencillez y buen trato para gobernar, apertura a las críticas y sugerencias, sensibilidad a los justos reclamos de la sociedad y una austera forma de conducirse, López Santillana podría reivindicarse y obtener una calificación aprobatoria de un amplio sector que hoy se siente desilusionado y cansado de esperar resultados.

No son las obras suntuosas y multimillonarias lo que generan simpatías, -y si no me creen pregúntenle a Bárbara Botello- es la cercanía con la gente y la solidaridad con sus problemas lo que genera aceptación, reconocimiento y respeto.

Combatir la pobreza extrema, dotar de despensas y hacer un gran programa de becas para primaria, secundaria, preparatoria y universidad, apoyo con uniformes, zapatos, útiles, escolares, alimentación y transporte es y será la mejor política de prevención del delito que puede haber: La educación. Y eso no es ser “populista”, simplemente es justicia social que empieza por dar igualdad de oportunidades para todos.

López Santillana todavía está a tiempo, pero depende de él y solo de él querer pasar a la historia como un buen alcalde o alguien que solo vino a tapar, encubrir y solapar, cuya única consigna es que todo permaneciera igual o peor que con su antecesora.

Pronto lo sabremos, por lo pronto ya lleva un año perdido.

Adolfo Enríquez Vanderkam Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.

Adolfo Enríquez Vanderkam
Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.

Share: