Un Boeing 747 con más de 300 pasajeros procedentes de Corea del Sur se estrelló cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de San Francisco, al parecer porque el piloto, luego de unas 10 horas de vuelo, le midió mal a la hora de descender, golpeando el suelo con la cola del avión, que se desprendió, y quedando el aparato detenido sobre la tierra que rodea la pista.
En el impacto, dos personas murieron y 60 quedaron lastimadas, incluyendo 10 que permanecen en el hospital en estado crítico. Más de la tercera parte de los pasajeros eran estudiantes chinos que viajaban a un campamento de verano en EU.
Algunos de los que iban a bordo informaron en el momento del percance a través de Twitter sobre su estado y las condiciones en que había quedado el avión de Asiana, la segunda compañía aérea más grande de Sur Corea, luego de que la mayoría escapara por las rampas inflables a ambos lados del fuselaje, que se incendió cuando ya casi todos habían logrado salir.