LEÓN, GTO.- Aún no sabemos si fue resultado directo de la “Cruzada Contra el Hambre”… pero la canasta básica finalmente incluyó un filete pa los jodidos.

Sí, para todas esas almas exiliadas de los bares de la cuidad que han sido secuestrados por las mismas bandas y las mismas putas canciones.

Tuvieron que pasar 25 años pa que estos parias pudieran hincarle el diente a un buen pedazo crudo de Hard Rock.

Tres nombres importan en este relato: Dave “The Snake” Sabo (guitarra), Scotti Hill (Guitarra) y Rachel Bolan (Bajo); todos ellos miembros originales de la banda originaria de Nueva Jersey, Skid Row.

¡Claro! sin menospreciar al vocalista Tony Harnell (TNT) y Rob Hammersmith, quienes sin lugar a dudas también son nutrientes importantes para este segmento desnutrido de rockanrolleros.

Pero como dicen sus satánicas majestades… “No siempre se puede tener lo que se quiere” y esa gran encrucijada llego acuestas con las ausencias del vocal original, Sebastian Bach, y del bataco, Rob Afuso, quienes sin embargo estuvieron presentes en cada trazo de las rolas que hicieron única la década de los 90’s.

Pasada la media noche del sábado el festín estaba sobre la mesa en las instalaciones de la feria, un recinto invadido por malencarados seguidores de Julión Álvarez a bordo de motocicletas.

Salve to the Grind, fue el primer platillo que salió de la cocina de los Skids. Para ese entonces la nostalgia provocada por las ausencias ya se había hecho a un lado pa dar paso a la degustación.

Big Guns y Piece of Me complementaron la primera entrada. El plato fuerte llegó pronto con 18 and Live e In a Darkened Room, seguidas un poco mas tarde por I Remember You, una pieza épica que por años alimentó los sueños y el recuerdo de los olvidados, de los desplazados que alguna vez pulularon en la noche.

Irónicamente Youth Gone WIld fue el postre para una audiencia que hace rato dejó de ser joven, pero que mantiene el buen gusto por los auténticos manjares musicales.

Saben, todos ellos, que la hambruna tomará las riendas de esta ciudad apenas y se asome el fin de semana. Así que, mientras tanto, regresan al exilio con el alma satisfecha.