Como seres humanos, tenemos una afinidad a las historias asombrosas de superación personal. No lo digo con la idea de esos libros de auto ayuda, sino que nos gusta saber de personas que ante la adversidad lograron un éxito. Es por ello que las películas de deportes nos hacen palpitar el corazón y emocionarnos al punto del llanto y quién sabe, igual y hasta nos hacen mover el trasero para ejercitarnos. El documental de Bernardo Arsuaga es básicamente eso, pero es sobre una historia bastante peculiar y que no se escucha a menudo a pesar de representar una situación única por parte de un grupo de mexicanos.

The Weekend Sailor nos narra como en 1973 el Reino Unido  creo una competencia marítima al rededor del mundo, en el que expertos de toda la zona europea estarían frente al frente. Entre franceses, ingleses, y demás naciones, se encontraba el equipo de un mexicano llamado Ramón Carlín. Inexperto a la hora de navegar, compró el barco con las intenciones de llevarse a su hijo a vivir una experiencia sin igual, y en conjunto con otros mexicanos y uno que otro rechazado de otras naciones, se pusieron frente a frente con otros equipos que al verlos de inmediato soltaban la carcajada. Todos se lo toman en serio, pero el equipo del Sayula II logran una camaradería en medio del peligro y el alcohol, nunca olvidando la meta que todos quieren.

Lo que logra el documental de Arsuaga es adentrarnos en una historia que además de inspirar tiene el potencial de volverse un drama (como de esos que habitualmente hace Disney). Los miembros del Sayula II nos cuentan de viva voz sus experiencias, de cómo el clima era infernal y se encontraron varias veces con la muerte, acompañados de algunas filmaciones del bote que realizó este peculiar equipo náutico.

Si bien se muestra benevolente con un grupo de personas que en primera estancia no sabía nada sobre navegación sin ser crítico ni tomar perspectivas de los otros equipos, además de tener una estructura no muy bien lograda (es en medio de la película que conocemos la vida de Ramón Carlín y esto se vuelve relleno) no se le va a negar a The Weekend Sailor que deja a la audiencia inspirada, ansiosa, riendo y ultimadamente sintiendo una nobleza por parte de un hombre que decidió hacer esta titánica labor por el honor de la nación, y demostrar la actitud amable y aventurera del mexicano.. algo que no se escucha todos los días.

Este es su homenaje, y esta es su grandiosa historia.

 

 

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