El hombre hormiga es un superhéroe de la compañía Marvel Comics cuyo poder es el de hacerse pequeño y comunicarse con las hormigas (en un punto volviéndose gigante, pero esa es otra historia); naturalmente si fueses productor lo primero que pensarías es que esa cosa no representa una idea atractiva para tu película de superhéroes llamada “Los Vengadores”, así que alejas poco a poco a ese personaje para quizás, si surgen los requerimientos o recibes una carta con la firma de 50 millones de sujetos que demanden ver las aventuras del diminuto personaje, decides retomarlo.

Eso supuse a la hora de ver que el hombre hormiga no estaba figurado para la primera fase de Marvel; honestamente Hank Pym nunca ha sido el personaje favorito de la gente, su actitud pedante y serios problemas de inestabilidad mental no lo hacen el sujeto más apreciable comparado a un super patriota ni con un alcohólico ególatra a los que les hemos tomado cariño. Pero Marvel comenzó a apostar seriamente en sus propiedades extrañas tras el suceso de Iron Man, donde nadie esperaba una película del “cabeza de concha” y confirmado con el éxito masivo de Guardianes de la Galaxia (James Gunn, 2014).

No es de extraños saber que el proyecto original tenía por director a Edgar Wright, cuya trilogía del cornetto (Shaun of the Dead, Hot Fuzz, The World’s End) le ha ganado un lugar entre los directores más prometedores e innovadores de los últimos años. Por alguna extraña razón, Wright se salió del proyecto argumentando diferencias creativas con el estudio, ya que él no quería involucrarlo con el universo cinemático que poco a poco y de manera inevitable se vuelve más grande.

Marvel en una decisión apurada (quedaba un año al estreno del filme) contrató a Peyton Reed, quien antes del proyecto hizo varias comedias como “Triunfos Robados” y “¡Sí, señor!”. La verdad es que mucha de la crítica, o la principal queja que he escuchado en estos días, es que Edgar Wright no fue el director, y saben… yo también hubiese preferido ver a Wright tomar las riendas de un proyecto que por muchos años estuvo trabajando, pero recriminarle a Peyton Reed por no ser el director que deseas es algo estúpido de hacer, es como si yo le reclamara a Peter Jackson porque originalmente Stanley Kubrick iba a hacer “El Señor de los Anillos”.

Scott Lang (Paul Rudd) es un ladrón que acaba de salir de prisión por el robo informático del que fue culpable, está decidido a dejar esta vida de robos para enfocarse en buscar un empleo digno y cuidar a su hija que no ha visto en muchos años… claro que salir de prisión acarrea muchos problemas y nadie le da una oportunidad. Por otra parte, Hank Pym (Michael Douglas) es un científico retirado que tras una visita a su vieja empresa se da cuenta de que su heredero empresarial Darren Cross (Corey Stoll) ha creado un arma basado en los rumores de que Pym era un superhéroe llamado El Hombre Hormiga. Con temor a lo que pueda suceder si el poder de dicho traje barato se vende al ejército, Hanky Pym, y su hija Hope (Evangeline Lily) deciden buscar a Lang ya que es el perfecto ladrón para la ocasión, aunque Pym tiene otros intereses en él.

Esta es la película número 12 dentro del universo Marvel, y desgraciadamente carga con los problemas que muchas de estas películas tienen a mi parecer: la falta de un villano interesante. Darren Cross es más cercano a un hombre de negocios que a un dios iracundo o un titán loco, incluso tiene un trasfondo con Pym por ser su alumno y que terminó siendo rechazado por este causándole conflico ya que se trataba de su héroe, todo esto no se aprovecha y simplemente está meramente mencionado en la película. Es hasta el final donde comienza a volverse loco y agresivo que Cross resulta interesante, pero no tiene mucho que justifique este cambio tan repentino salvo el de los químicos, que nunca que use. Lo mismo resulta con el romance entre Alan y Hope, que si bien se nota que Paul Rudd y Evangeline Lily tienen química, la película de pronto decide juntarlos de manera inesperada; no sé ustedes pero si recuerdan “Iron Man” (John Favreau, 2008) vemos que Pepper y Stark se atraen, pero no queda completamente definida su relación en una sola película ¿por qué no retomar esta fórmula? la gente tarda en enamorarse ¿saben?

Un problema que yo le encuentro a la película y que en las 2 veces que he visto me resulta bastante incómodo es en el cambio tan repentino de tomas, aunado a la falta de una escena donde los personajes dialoguen sin estos cambios. Este fenómeno de tomas de casi 2 segundos de duración funciona mucho en las escenas de acción, pero no a la hora de que los personajes tengan una conversación dramática, no deja apreciar el escenario, se vuelve confuso y se presta mucho a que notes con mayor frecuencia los errores de continuidad, que como toda película tiene.

Si bien Ant-Man no es perfecta, tiene cosas que valen la pena mencionar, y una de ellas es que la comedia es bastante atinada. Peyton Reed quizás no ofrezca el mejor drama o relación amorosa, pero sí tiene plena confianza en Paul Rudd como Alan Scott que es muy agradable y carismático, lo crees como un hombre de familia y también como un tonto que no se cree que está siendo un super héroe, su cambio a través de la película va de ser un sujeto sin suerte a un sujeto que se preocupa por sus hormigas.

 

Hay que resaltar el papel de Michael Douglas como un Hanky Pym retirado y calmado, te hace pensar en dónde estuvo el actor todos estos años.

Hay que resaltar el papel de Michael Douglas como un Hanky Pym retirado y calmado, te hace pensar en dónde estuvo el actor todos estos años.

 

Así como las escenas donde el epónimo héroe se hace pequeño; hacen que nuestro entorno natural se sienta como un universo por explorar, y ninguna de ellas aburre: desde dentro de un hormiguero, hasta en un maletín, pasando por el gran robo, son escenas donde apoyamos al ladrón más ridículo de la historia con asombro y con ansias de más.

Christophe Beck es el compositor de la película que tu sobrina ve con fervor religioso (y tus oídos reclaman con hartazgo) y me atrevo a decir, que el tema que hizo para Ant-Man, es el más atratactivo y memorable en años, probablemente desde la marcha del capitán américa de Silvestri.

Más cercano a un trabajo con el sonido de John Barry a los acostumbrados sonidos Zimmerescos que han invadido nuestros tiempos.

 

¿Ant-Man es horrenda? no ¿es la peor de Marvel? tampoco, pero Marvel necesita pulir estos elementos que son sus tropiezos comunes para presentar una película perfecta. Por lo pronto, la idea de hacer un héroe que se hace pequeño y que habla con los insectos que odias en los picnics se hizo realidad y gente que estuvo a bordo desde el principio ya no lo está. Eso quizás sea una señal, de que la empresa que todos amamos, anda por encima de los directores apagando sus posibilidades y limitando su creatividad, uno nunca sabe.

 

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