ESTADO DE MÉXICO.- La vida para la comunidad indígena de San Francisco Xochicuautla cambió por completo cuando ayer unos 800 polis estatales y maquinaria de la Constructora Higa destruyeron sus hogares para desalojarlos y construir la autopista Toluca-Naucalpan.

El Campamento de Paz y de Digna Resistencia en el pueblo otomí fue instalado para frenar la autopista, a cargo de Constructora Teya, filial de Grupo Higa, del empresario Juan Armando Hinojosa, el “contratista favorito” de los gobiernos peñanietista y del Estado de México.

El dueño de Higa fue uno de los aparecidos en la lista negra de propietarios de empresas offshore, para esconder su varote en paraísos fiscales, de acuerdo con la investigación de “Los Papeles de Panamá”.

El 9 de julio, el preciso copetudo Enrique Peña Nieto firmó un decreto para expropiar casi 38 hectáreas del pueblo otomí para la construcción de la autopista privada, que a decir del pueblo indígena, no se les consultó la obra.

Ayer, ni tiempo de rescatar sus pertenencias les dieron, las máquinas llegaron y arrasaron con todo.