Los servicios de Streaming nos han rodeado, y se han vuelto el factor número uno de la gente para ver películas, series y escuchar música. Esta forma de poder ver las cosas al momento han dejado en el pasado a las tiendas de renta de videos y también le han dado un duro golpe a la venta de películas en físico. Claro que no todos son fanáticos de esta tecnología, y Quentin Tarantino ha declarado que no es un asiduo consumidor de Netflix como, pues casi 9 de cada 10 personas que conoces.

Tarantino compartió su opinión gracias a la publicación de un libro llamado I Lost it at the Video Store: A Filmmakers’ Oral History of a Vanished Era, de Tom Roston. Ronston se dedicó a recolectar experiencias y opiniones de realizadores sobre una industria que cada vez se vuelve cosa del pasado. Este es un extracto de lo que piensa Tarantino:

“No me fascina el servicio de streaming. Me gustan las cosas tangibles y que pueda poseer en mis manos, y no puedo mirar una película en una computadora, nunca uso Netflix y no tengo un sistema similar. Los videos que tengo los tengo gracias a muchas tiendas, tiendas que quebraron y de las cuales yo compré el material que tenían, estamos hablando de casi 8000 cintas de video y DVD’s.

Esta actitud podrá sonar mamona y pretenciosa, pero es comprensible si uno sabe la historia detrás de Tarantino, después de todo, él trabajaba en una tienda de videos y de ahí fue que aprendió lo que ahora plasma en sus películas, desde técnicas, bandas sonoras y referencias. La idea de Tarantino de revivir tendencias del pasado no sólo se queda en su colección, su próxima película a estrenar tendrá la peculiaridad de presentarse en el formato de 70mm, evento sumamente interesante si tomamos en cuenta que el formato ocasionalmente aparece como predilección del director, siendo la última vez que se usó en “The Master” de Paul Thomas Anderson y a gran escala con “Far and Away” de Ron Howard en 1992.

Yo particularmente prefiero tener una colección palpable, eso no indica que esté en contra de los servicios digitales, después de todo te facilitan las cosas para conseguir películas de inmediato. Pero había un ritual fascinante a la hora de ir a un centro de videos, como siempre menciono, estos templos de conocimiento fueron la cuna de muchos fanáticos que pueden afanarse de conocer proyectos a la vieja escuela y no usando un navegador en cuestión de segundos. Claro que los medios digitales usan el sistema de recomendaciones y tiene a todos pegados en sus asientos, pero si encontrabas una tienda con un gurú que trabajaba ahí, durabas horas platicando de cine; uno mira con nostalgia estas cosas y lo cierto es que la socialización cinéfila se ha abierto, y esto siempre es para bien… pero nunca está de más pasar un fin de semana acomodando los dvd’s vh’s y Blu Rays que muchos tenemos tratando de recrear estos recuerdos, y claro, siempre abiertos a la idea de enseñarle a la gente tu colección.

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