Clímax

THE SKELETON TWINS

Debo admitir algo: estoy enamorado de Kristen Wiig. Se ganó mi cariño desde la primera vez que la vi en Saturday Night Live (sí, aquel programa que pasan los sábados que no sales a beber y estás cocinando con la tele prendida), la primera vez que la vi, era una mujer con manitas y dientes raros: amor instantáneo. Se me hace una comediante que puede funcionar en cualquier nivel de humor que se le presente: desde “slapstick”, hasta comedia seria, ella lo puede todo….además de no ser nada fea y tener una voz ideal para cantar.

 

¿Cómo no amarla?

¿Cómo no amarla?

 

Sus incursiones cinematográficas han sido aunque pocas, variadas; recuerdo que apareció en “La vida secreta de Walter Mitty” (Ben Stiller, 2013) y en “Bridesmaids” (Paul Feig, 2011), película que además tuvo la colaboración de Wiig en el guión; este año, la comediante aparece en una película independiente al lado de uno de sus compañeros de SNL y también de mis favoritos: Bill Hader. Así que sí…podría decirse que esperaba con ansias esta película.

Milo (Bill Hader) es un hombre con una terrible depresión; tras pensarlo varias veces, arregla su carta de despedida y se corta las venas en su bañera. Al mismo tiempo, vemos a Maggie (Kristen Wiig) que también está preparada para matarse con un montón de pastillas en su baño, una llamada la distrae de esto, y es acerca de su hermano Milo, que está en el hospital por su intento fútil de matarse.

Pensando en las similitudes de lo que haría, decide ir a visitar a su gemelo, a quien no le ha hablado en 10 años. Es a través de esta situación que Maggie decide llevarse a su hermano a vivir con ella y su esposo Lance (Luke Wilson), para animarlo y recuperar los 10 años que han perdido.

Lo que la película tiene como punto cumbre, es la relación entre Maggie y Milo, y esto es por la excelente química que tienen los dos actores. Son personajes tontos, con problemas personales y grandes errores…como uno. Maggie tiene miedo de tener una relación familiar con Lance, y evita quedar embarazada, además de tener encuentros fugaces con hombres, y Milo es un homosexual que encuentra a su antiguo profesor de literatura y que fue su amante prohibido. Ciertamente son elementos graves que cada uno hace, pero tratarán de apoyar siempre a su hermano. Momentos como cuando están en el consultorio, en la fiesta de Halloween o en la casa cantando el tema de “Me enamoré de un maniquí” son encantadores…dejan a uno con un buen sabor de boca.

 

Miradas que tratan de revelar esas capas de secretos que tienen los hermanos.

Miradas que tratan de revelar esas capas de secretos que tienen los hermanos.

 

De igual manera, los personajes secundarios como Lance y Rich (interpretados por Luke Wilson y Ty Burrel) son muy interesantes; en el caso de Lance, no comprendemos completamente por qué Maggie no quiere vivir plenamente con él, no es un mal hombre, pero no hay una pasión latente entre los dos y han caído en la cotidianidad de la vida en pareja. Rich por su parte, siente algo por Milo, pero tiene una familia establecida y a la cuál ama. En sí tenemos 4 personajes con conflictos sobre lo que pensamos cómo es la vida perfecta y cómo es en realidad…una vida llena de fracasos, deseos apagados y posibilidades ofuscadas.

Es una buena película, mientras la veía en una mezcla perfecta entre risa por los momentos “quirky” y los ojos vidriosos, aunque tengo problemas con el final. Toda la película es un juego de apoyo y enojo entre los hermanos, siempre con el tiempo de arreglar las cosas, para el último acto de la película, se siente completamente apurado y sorpresivo, para terminar en un tono positivo. No estoy en contra de ello, pero quizás si hubiesen quitado momentos de duración pudiesen haber ideado un mejor final con mejor desarrollo y factible…pero supongo que es complicado cuando tienes una excelente química entre todos tus personajes que no sabes qué quitar y poner en tu filme.

 

Y cuando una película toma un himno “cheesy” como este y lo vuelve un “highlight” a su manera, se te pega y terminarás cantándola.

 

La recomiendo mucho, incluso si desconoces a los protagonistas, sientes una conexión inmediata con sus problemas y situaciones, además de rememorar a tu querido hermano….ese que te hizo la vida de cuadritos, pero también estuvo para apoyarte en un sinnúmero de ocasiones.

Es el primer trabajo de Craig Johnson y con algunos detalles menores, es fantástico, habrá que tenerlo en la mira para futuros proyectos. No creo que llegue a nuestro país (Y ni hablar de nuestra ciudad) pero hay maneras de ver la película, ustedes saben cuáles son.

 

 

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