“¿Películas románticas? ¿Quién quiere ver eso? Esas películas apestan”, pensaría un joven Deus en la década de los 90’s; para este  Deus joven, la idea de  disfrutar el cine era representado a la máxima potencia con dinosaurios comiendo abogados, no con dos personas expresando su amor eterno y mirándose perdidamente el uno al otro.

Aunque, de manera hipócrita, el joven sabe que una de las películas que más ha visto en la casa, es de este género. Una película que ha visto hasta llegando de la escuela….así que no hay justificación de lo que expresa contra este “odiado” género. Y si consideramos que esta película la ha visto más que Jurassic Park y El Rey León juntos, ya dice algo.

Estamos hablando de Ghost, película de David Zucker (mejor conocido como director de “Y dónde está el piloto”)  y la película más taquillera de 1990.

Pongámoslo de esta manera: una película romántica, le ganó en taquilla a Duro de Matar 2, Las Tortugas Ninja,  El Vengador del Futuro, y Mi Pobre Angelito (cabe resaltar, que es la segunda película favorita del buen Picón).

Y de paso, engañar a la audiencia pensando que sería una película como "Nekromantik" (Por favor, no busquen "Nekromantik".)

Y de paso, engañar a la audiencia pensando que sería una película tan candente como “Nekromantik” .

 

Sam Wheat (Patrick Swayze) es un hombre con la vida perfecta: tiene un trabajo que le deja bastante para vivir cómodamente, es un galán y tiene como pareja a Molly Jensen (Demi Moore), una mujer que aparte de guapa, es muy agradable y quiere formalizar la relación que tienen. Trabaja en un banco en Nueva York con su mejor amigo Carl Bruner (Tony Goldwyn) con el que descubre una cuenta bancaria bastante sospechosa, Carl le dice a Sam que investigará la cuenta pero a este le parece bastante curioso este caso, así que prefiere hacerlo por su propia cuenta.

Esa noche, sale con Molly y de regreso a casa, discuten sobre por qué nunca le ha dicho que “la ama”. Mientras Sam trata de explicarse, son atacados por un asaltante (Rick Aviles). El asaltante golpea a Molly, y eso enfurece a Sam, con el que comienza a forcejear con este, hasta que se escucha un disparo y vemos a el asaltante corriendo de Sam; mientras lo persigue un rato, voltea para ver cómo está Molly, y descubre con sorpresa que está en frente de su cuerpo, mientras que Molly no lo puede oir.

El tiempo pasa, y Sam permanece con Molly, ella devastada por presenciar la muerte de Sam y en una profunda depresión, y él, impotente ante no poder comunicarse con su amada. De manera inesperada, el asaltante llega a la casa, pero sus planes son frustrados por las acciones de Sam. El asaltante sale corriendo del hogar, y Sam lo persigue hasta llegar a su escondite, en Brooklyn. Mientras regresa a la casa, descubre que existe una “medium” llamada Oda Mae Brown (Whoopi Goldberg) así que decide ir con ella para que se comunique con Molly y advertirle que está en un grave apuro, pues el asesino piensa volver a buscarla.

Pasan los años, y hay montones de películas románticas… carajo, las había antes de esta, pero muy pocas me han hecho sentir empatía como el romance que tienen Sam y Molly; Gran punto a favor es la química que tenían Patrick Swayze y Demi Moore. Justamente la escena más famosa de la película, muestra a esta pareja y la mezcla perfecta de pasión y compromiso que se tienen.

Ahora, eso probablemente no era mi punto favorito en la película cuando era un mocoso, entonces  ¿Qué era lo que me dejaba pegado al televisor viéndola?

En primera, Whoopi Goldberg.

Se ha dicho que su papel es un estereotipo racial, y sí…creo entender esta especie de “denuncia”, pero no es de negar que el personaje de Oda es muy divertido y ayuda a digerir los momentos tensos y tristes  que la película tiene. Lo curioso es que Oda es un personaje que comienza como un patán, y al final de la película, aún mantiene esa personalidad extravagante y fanfarrona…claro que aún con todo eso, les ayuda al par de enamorados al ser el medio de comunicación entre ellos. Un papel que le valió a Whoopi el premio de la academia, y que pone como prueba su capacidad de comediante.

Lo siento, fanáticos de Theodore Rex...debemos ser honestos.

Lo siento, fanáticos de Theodore Rex…debemos ser honestos.

 

La segunda sería la música de Maurice Jarre.

A Maurice ya lo conocía en mi infancia, gran compositor de clásicos como Lawrence de Arabia (David Lean, 1962) y Testigo (Peter Weir, 1985), en Ghost presenta un trabajo, que me parece muy interesante. Por una parte tiene elementos como los que utilizó para Testigo, con sonidos electrónicos y que…son disfrutables a pesar de que se sientan algo viejos… pocos trabajos electrónicos perduran con el tiempo. Lo que no ha envejecido para nada, es el tema de amor: El último gran tema del fallecido compositor.

Aparece en su totalidad en los créditos finales, y es tan bueno, que siempre termino escuchándolo mientras los créditos pasan (ustedes saben, el ritual de permanecer hasta el final de los créditos no era tan gratificante como en nuestros tiempos, necesitabas de un factor auditivo para ello).

Con un sonido similar a algo que haría John Barry, es decir,  un tema romántico y pequeño, muy diferente a sus temas de gran épica a los que estábamos acostumbrados a oír. Lo considero uno de los mejores temas de amor de la historia del cine.

Quiero que pienses esto: En las películas románticas, sobre todo las de nuestros tiempos (salidas de una fábrica de Nicholas Sparks) los personajes derraman miel sobre su relación, suelen ser bastante egoístas y en ocasiones, celosos o infieles…todo por amor. En Ghost, tenemos una pareja, que además de hacernos sentir el romance, no viven de manera extremadamente melosa, no es un amor de adolescentes y juvenil, es un amor bastante maduro y conmovedor; eso nos hace sentir mayor conexión con sus problemas, que nos duelan, y queremos una resolución gratificante.

Creo que el detalle que más me dejaba pensando, era que siento muy poco explorado el concepto de otros fantasmas en la ciudad, además de los…..¿Espíritus de las sombras? no se qué se suponen que sean, o cómo actúen, aparentemente sólo tienen afición por llevarse latinos y tipos malos.

Pero de algo estoy seguro: Me asustaban de manera fatal.

Y no creo ser el único que tuvo que dormir con la luz encendida ¡MALDITA GENTE SOMBRA!

 

Pero aún con esos detalles, la película sigue siendo memorable, y una de las mejores películas románticas, nos demuestra qué tanto podemos hacer para ayudar al amor de tu vida, y lo difícil  que es olvidar a alguien que te hizo tan feliz. En tiempos en los que tu pareja te obliga a ver hasta el vómito “Diario de una pasión”, hazle un favor y cambien de película, se sentirán igual de conmovidos que su servidor.

 

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